"Un mecanismo"

"La Convocatoria Abierta no es una línea de subvención, sino un mecanismo", advierte Luis Espinosa, secretario general de la AECI. "No tiene asignado un dinero fijo. Funciona con fondos presupuestados de distintas direcciones generales, y existen modalidades de contratación estatal, y también públicas, de contrato menor y propiamente abiertas".

Espinosa afirma que en la convocatoria de 1997 hubo un monto de 11.492 millones. "La flexibilidad de la convocatoria hace que podamos lo mismo dar dinero a la Pastoral Penitenciaria en Cuba, porque son los únicos que proporcionan alimentos a los penados españoles, como a la Autoridad Nacional Palestina para infraestructura y alimentación y así cumplir los compromisos de España, o a festivales como San Sebastián en el marco del Programa MIDIA de cooperación audiovisual con Iberoamérica, igual que apoyamos la televisión educativa en ese ámbito", añade.

"La convocatoria", dice Carlos Gómez Gil, "es la partida de subvenciones más importante de la cooperación: 12.323 millones, frente a 7.940 en convocatoria ordinaria y 3.305 en la extraordinaria. Es fuente de recursos excepcionales, sometida a una enorme discrecionalidad y a todo tipo de favoritismos, porque las ayudas son competencia directa de los responsables políticos".

Gómez Gil ve además diferencia de trato entre ONG de Desarrollo y organizaciones religiosas: "Si las ONG reciben sólo 680 millones, y sólo seis controlan el 86%, las entidades confesionales reciben 720 millones a través de 110 ayudas. Tienen mucho más fácil acceso a los fondos. Y ya en la convocatoria ordinaria, un 60% de las ayudas fueron a parar a ellas, según datos del Congreso de los Diputados. No deben ser vistas como ONG la Federación de Religiosos Sanitarios y de Enseñanza, la que más ayudas recibe, o la Congregación Vivenciana, las Adoratrices, las Carmelitas de la Caridad Vedruna, las Hermanas del Ángel de la Guarda o las Misioneras Cruzadas".