Canales abandona el "baile teatral" para buscar las raíces del flamenco
El bailarín concibe su nuevo espectáculo para grandes espacios
Después de varios montajes marcados por una concepción escénica, teatral y argumental de la danza (Torero, gitano, Bengues...), Antonio Canales quiere despojarse de todo eso y expresarse a través del flamenco. Sin más. «Todo ese juego escénico se perdía en los grandes espacios y el público se sentía estafado», explicó ayer el bailarín en rueda de prensa. Su nuevo espectáculo, Raíz, «concebido para plazas de toros, será muy dinámico y moderno, pero sin olvidar la raíz pura del flamenco gitano, del payo y de la fusión». El montaje se podrá ver este fin de semana en el teatro Nuevo Apolo de Madrid.
Antonio Canales llegó a Casa Patas con el pelo mojado y pidiendo disculpas por un retraso de 65 minutos. Venía de un ensayo, explicó, y el colapso de tráfico era tremendo. Enseguida, se sentó en el escenario y dio las gracias a Ericsson, la empresa que patrocina su nueva producción y la gira por toda España. «Son gente de mucha calidad y por eso lo digo bien alto».Luego, el bailarín sevillano de 36 años explicó que está ensayando dos cosas a la vez, porque el lunes participa en el estreno de Luna, la ópera de José María Cano, en el Palau de la Música de Valencia. «Bailo el pasodoble central, con Juan de Juan y Nacho Blanco (dos jóvenes bailarines de su compañía), y yo creo que va a ser una gran sorpresa. Hago de mudo, y me he hecho atar a una plataforma de madera... Va a ser muy divertido».
En cuanto a Raíz, que se presentará el viernes y el sábado en el Nuevo Apolo de Madrid antes de salir de gira por plazas de toros, festivales y parques de atracciones (el calendario aún no está cerrado), Canales dijo que es un montaje concebido para agradar a la mayor cantidad de gente posible -«Al que le guste el flamenco puro y al colega de la litrona»- y que lo ideó acordándose de su mentor, Manolo Herrero, quien, según contó, «nos cogió a una fusión de músicos y bailarines jóvenes, como Javier Latorre, Joaquín Cortés, Adrián Galia o los chicos de la Barbería del Sur, confió mucho en nosotros y nos hizo artistas».
Siguiendo ese ejemplo, el bailarín, reciente premio Max al mejor espectáculo de danza por Gitano, estará acompañado en Raíz por cuatro bailarines de entre 16 y 19 años (los citados De Juan y Blanco, más Joselilo Romero y Miguel El Toleo), y por una quincena de «los mejores músicos de España». Entre ellos, habrá dos cantaores invitados (El Potito y El Viejín), tres de la compañía (Montse Cortés, Juañares y Pepe Luis Carmona), el violín de Bernardo Parrilla o la percusión de Ramón Porrina y Luky Losada.
Diez niños pequeños
Además, en el número inicial de Raíz -«un jaleo»- intervendrá un grupo de baile formado por «unos diez niños pequeños», entre los que Canales destaca a Paloma Fantova, «una muchacha de Cádiz que quita el sentío bailando».Como una prueba más de que el director de la compañía quiere ir abriendo paso a los jóvenes, el bailarín ha decidido restringir su presencia en escena a sólo tres números. «Estoy haciendo 160 galas al año y aunque ando fuerte de músculos y estoy en la edad, no soy un extraterrestre. Este año he bailado ya 64 galas de dos horas. Todos me cuidan mucho, y cada vez estoy más vigilado, porque si me lesiono es una ruina. Además, no hay nadie en el mundo que pueda aguantar dos horas bailando tantas veces al año. Barishnikov baila un cuarto de hora al principio y diez minutos al final... Así que habrá que ir acostumbrando al público a que yo no lo puedo bailar todo. Y me tendré que acostumbrar yo también, que todavía lloro cuando no bailo».
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