Fanáticos del Ku Klux Klan matan salvajemente a un negro en EE UU
La sombra del Ku Klux Klan se ha vuelto a desplegar sobre el Estado de Tejas (EE UU), donde el pasado fin de semana tres hombres relacionados con esta organización racista mataron a un autoestopista negro atándole al parachoques de su coche y arrastrándole por la carretera durante tres kilómetros. La policía asume que el móvil del crimen no puede ser más que racista, y los tres sospechosos de asesinato en primer grado se presentaron ayer ante el juez del condado de Jasper (Tejas). El cadáver despedazado de la víctima, James Byrd, de 49 años, fue descubierto el pasado domingo en un bosque.
Al parecer, Byrd estaba haciendo autoestop para regresar a su casa después de una fiesta familiar, el pasado sábado por la noche, cuando tuvo la mala fortuna de sacar el dedo en el momento en que pasaba la camioneta todoterreno de Shawn Berry, de 23 años, Robert Brewer, de 31, y John King, de 24. Dos de ellos tienen antecedentes criminales, están vinculados con el Ku Klux Klan y lucen tatuajes con frases racistas.Según la fiscalía, encadenaron a Byrd al parachoques de la camioneta y le arrastraron durante tres kilómetros, dejando un rastro de sangre sobre el asfalto. «Fue brutal», dijo ayer el fiscal del condado de Jasper, Guy James Gary. «El cuerpo quedó despedazado», agregó. Byrd murió por contusiones múltiples, según la autopsia.
La policía encontró el cadáver de Byrd, decapitado y sin un brazo, en un bosque. La cabeza fue descubierta a dos kilómetros de distancia. La policía había detenido a los sospechosos en Jasper (un pueblo de 8.000 habitantes a 160 kilómetros de Houston, la capital de Tejas) en relación con otro crimen: un robo en un restaurante de la zona, donde se habían apoderado de un cargamento de carne congelada.
Posteriormente se les vinculó a la muerte de James Byrd, y el sheriff Billy Rowles explicó lo ocurrido ante las cámaras de televisión como un crimen racista, según todos los indicios. Es decir, que Byrd murió brutalmente por el hecho de ser negro. Según declaró su hermana a la agencia Associated Press, Byrd era un comerciante retirado que recibía subsidio estatal por una leve minusvalía física. Como no tenía coche, solía desplazarse a pie. Era muy conocido en la comunidad y no se sabía que tuviera ningún conflicto con nadie.
El fiscal de Jasper ha dicho que probablemente «el Ku Klux Klan como organización no está involucrado, pero estos sospechosos pueden tener algún tipo de afiliación». Los tres estaban bajo en libertad provisional; Berry y Brewer se habían conocido en la cárcel y tenían tatuajes con mensajes racistas. Pero, el sheriff Rowles trató de calmar los ánimos:«Esto es un incidente aislado de unos tipos que no son de aquí y que hicieron algo estúpido. En el condado de Jasper no existe la Nación Aria ni el Ku Klux Klan». Sólo uno de los sospechosos es de Jasper.
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