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El presidente de Asturias planta cara a Cascos y califica su actitud de "bochornosa" y "lamentable"

El presidente de Asturias, Sergio Marqués, del Partido Popular (PP), plantó ayer cara al vicepresidente del Gobierno Francisco Alvarez Cascos. Marqués no admitirá el ultimátum de Cascos, ni "injerencias" en el Gobierno de Asturias, ni dimitirá como presidente del Principado, ni destituirá a su consejero de Fomento, Juan José Tielve, manzana de la discordia en el conflicto. En una conferencia de prensa, celebrada ayer en Oviedo, Marqués calificó como "espectáculo lamentable" y "bochornoso" la intervención de Cascos en la convención del PP de Avilés el pasado sábado.

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Álvarez Cascos, vicepresidente y secretario general del PP, amenazó en Avilés con expedientes disciplinarios si Marqués no destituía a su consejero de Fomento, Juan José Tielve. Marqués negó las acusaciones de falta de coordinación con el partido y con el Gobierno central, que le imputa Cascos, y repartió una documentación para desautorizar la versión del secretario general, a quien acusó de querer dividir al partido.La respuesta de Marqués al órdago de Cascos no pudo ser ni más frontal ni más contundente. En el Salón de Consejos de la sede del Principado de Asturias, acompañado por el vicepresidente del Ejecutivo asturiano, Ramón García Cañal, y arropado por todo su Gobierno -sólo faltó el consejero de Asuntos Sociales, que acompañaba al ministro de Sanidad, de visita en Asturias-, Marqués dio la respuesta oficial de su Gobierno con gran firmeza.

"El Gobierno , como representante que es de los asturianos y como órgano democrática y legítimamente elegido, quiere hacer manifestación pública de que se siente abochornado por actuaciones como las desarrolladas el sábado en nuestra comunidad autónoma", señaló Marqués. "El Gobierno quiere señalar, con toda la rotundidad y firmeza de la que su propia legitimidad le rodea, y precisamente por la dignidad institucional que a Asturias y al Gobierno elegido por los asturianos le corresponde, que rechaza cualquier tipo de ultimátum, provenga de donde provenga, y por supuesto de injerencias inexplicables en la gestión del día a día. Y mucho más, cuando el supuesto ultimátum y las supuestas injerencias se derivan de manifestaciones conscientemente parciales".

En su primera comparecencia oficial para abordar la crisis del PP de Asturias, que dura ya más de tres meses, Marqués no se arrugó ni vaciló. "Alguien ha venido a extender sus anatemas y a bendecir la división del partido", afirmó el presidente asturiano en referencia a Cascos, cuya intervención en Avilés ha sido, según Marqués, "uno de los más lamentables espectáculos que hemos visto en esta comunidad autónoma en los últimos años". "Yo haré", dijo Marqués, "todos los esfuerzos que estén en mi mano para conservar la unidad del PP, del mismo modo que llevo haciendo desde hace más de tres meses un ejercicio de prudencia y discreción en beneficio de Asturias y de mi partido".

El presidente del Principado tan solo expresó coincidencia de criterios con Cascos en una de sus afirmaciones del sábado: "El candidato del PP debe ser el que decida el PP". "Por tanto", dijo Marqués, "no el candidato que diga Álvarez Cascos". Después Marqués se dedicó a rebatir las críticas del secretario general del PP en Avilés. Según Marqués, no hubo descoordinación con el Gobierno central, ni con el partido; no es cierto que no acuda a las reuniones del PP y que no informe, cada semana y por escrito, a la dirección general del partido de los asuntos que se tratan en el Consejo de Gobierno; y no es verdad que se hayan impulsado proyectos o modificaciones de los mismos en forma descoordinada con el Gobierno central.

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Por el contrario, Marqués distribuyó cartas y documentos oficiales que se habían cruzado desde el Principado con el Ayuntamiento de Oviedo y con el Gobierno central sobre los distintos casos expuestos el sábado por Álvarez Cascos para justificar su ataque a Marqués, quien ayer acusó al Gobierno central, y de forma implícita a Cascos, de haber vetado al consejero de Fomento del Principado en actos oficiales, a los que éste había acudido en representación de la comunidad autónoma. Marqués retó a que "alguien desmienta oficialmente estos hechos, porque así tendré la oportunidad de demostrarlos documentalmente".

Sergio Marqués, militante del partido desde 1976 y amigo de Álvarez Cascos desde la juventud, también negó las acusaciones que se han difundido en la última semana a través de los diarios El Mundo y Abc , en los que se atribuye al presidente asturiano la pretensión de querer convertirse en "un Hormaechea". Marqués afirmó ayer que esa es "una comparación difamante" y recordó que su Gobierno cumple "escrupulosamente" el programa electoral del partido y que nunca se le ha acusado "de desviación programática o ideológica".

Marqués no dijo si teme que se trate de socavar el apoyo al Gobierno regional por parte de su grupo parlamentario para forzar su destitución. Sólo nueve de los 21 diputados del PP en una Cámara con 45 escaños, parecen apoyarlo en una confrontación con la dirección del partido.

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