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Los relevos anunciados en las alcaldías de Vitoria y Bilbao adelantan la preparación de las municipales

Pedro Gorospe

A menos de un año vista para las elecciones municipales, los partidos que disputarán las alcaldías de las tres capitales vascas tienen problemas. La salida de Josu Ortuondo en Bilbao y José Ángel Cuerda en Vitoria, y el ímpetu del PP en San Sebastián, donde ganaron en las anteriores elecciones aunque gobierne el socialista Odón Elorza, dejan mayor margen que nunca a la sorpresa. Sin embargo, los populares no han conseguido encontrar el candidato ideal ni en Vitoria ni en San Sebastián. Para el PNV y el PSE el problema se llama Bilbao, un coso en el que la ría les separa ideológicamente.

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Vértigo y acoso

Aunque todavía falta casi un año para las próximas elecciones locales, la confección de las listas para las tres capitales comienza a preocupar a las cúpulas de los partidos con más opciones: PNV, PP y PSE. La retirada de dos de los tres primeros ediles, el eterno alcalde de Vitoria, José Ángel Cuerda -por voluntad propia-, y Josu Ortuondo en Bilbao -por decisión de su partido- introduce grandes dosis de incertidumbre ante unas elecciones decisivas, y sobre sobre las que no hay nada escrito. En una comunidad autónoma en la que todos pactan con todos y la cultura del pragmatismo gobernante se impone a la radicalidad de los discursos y enunciados ideológicos, puede pasar de todo. Desde que el PNV, incluso bajando de su cuota actual del 29% de los votos, consiga amarrar las tres diputaciones y hacerse con las alcaldías de las tres capitales, hasta que el escenario comience a desmandarse. Cuerda se va En Vitoria, la provincia más desideologizada del mapa vasco, la marcha del alcalde José Ángel Cuerda después de dos décadas de victorias electorales incontestables -al frente del PNV, de EA después, y con los penuevistas finalmente- parece decisiva. En las municipales, la capital alavesa puede asistir a un duelo inédito entre el PNV y el PSE protagonizado por dos exdiputados forales de Bienestar Social. En las filas jelkides, la diputada María Jesús Aguirre cuenta con muchos apoyos para ser cabeza de cartel, entre ellos el de Cuerda, de quien ha sido estrecha colaboradora. En la misma situación se encuentra el socialista Jesús Loza, ahora viceconsejero de Bienestar Social. El problema se agrava en el PP. La falta de un candidato con gancho que arrastre en la capital, -ni el anterior, Alfredo Marco Tabar, ni el concejal Miguel Ángel Etxebarría cuentan con el cien por cien de los apoyos- puede lastrar la tendencia al alza del voto popular en Álava. El PP se enfrenta a un problema similar en San Sebastián. El tradicional enfrentamiento entre los populares que aguantaron el tipo tras el traumático asesinato en enero de 1995 de su hombre fuerte, Gregorio Ordóñez, y las nuevas hornadas lideradas por el secretario general, Ricardo Hueso, parece que ha sido encauzado en los últimos meses. Sin embargo, los excelentes resultados obtenidos en 1995 bajo la batuta de Jaime Mayor Oreja y que les llevó hasta el triunfo electoral, podrían no repetirse si no encuentran un candidato de consenso y con tirón. Las concejalas María San Gil y María José Usandizaga, ambas compañeras de Ordóñez, son promocionadas desde algún sector del partido como opciones sólidas para la pelea electoral. Frente a los problemas del PP, los socialistas lo tienen muy claro. Volverá a ser el actual alcalde, Odón Elorza, quien encabezará su cartel electoral. Tampoco hay muchas dudas en EA de que su candidato será el concejal Enrique Arana, y que la lista del PNV, tras el salto a la Diputación de su anterior cabeza de lista, Antton Marquet, estará encabezada por el edil Martín Elizasu. Por parte de HB, la cuarta fuerza en discordia, seguirá siendo Joseba Permach quien ocupe el primer puesto de la candidatura. En Bilbao, las aguas están revueltas en el propio PNV. La marcha de Josu Ortuondo deja abiertas muchas puertas. El consejero de Sanidad, Iñaki Azkuna, ha sido señalado por un sector del partido como la persona idónea para conjurar el crecimiento del PP y mantener la alcaldía, pero su fuerte personalidad suscita las reticencias de otras familias del PNV vizcaíno. Algunos conflictos internos, como las diferencias sobre el destino final de la Alhóndiga, pueden estar relacionados con la ubicación de otros candidatos. Una opción que ha salido ya a la luz es la de María Esther Solabarrieta, diputada foral de Medio Ambiente y esposa de Iñaki Anasagasti. Aunque sin conflicto, y todavía sin grandes movimientos familiares, a los socialistas les pasa lo mismo. Está la opción del responsable de Hacienda, Eduardo Uriarte, pero voces cualificadas apuestan por una figura con mayor capacidad de arrastre, aunque sea un independiente. El PP seguirá confiando en Ascensión Pastor, al descartar la posibilidad de que un profesional de prestigio y sin carné acepte el riesgo del acoso criminal de ETA.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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