Los municipios de montaña piden a la Administración inversiones para hacer posible su desarrollo sostenible

Los pueblos de las montañas del interior de Alicante quieren crecer. Pero no a tontas y a locas, sino que buscan un desarrollo basado en la conservación de las peculiaridades arquitectónicas de cada localidad, en la creación de incentivos que frenen el éxodo de los jóvenes hacia los municipios costeros y en la potenciación de un turismo cultural y respetuoso con el medio ambiente. Son las conclusiones a las que se llegó en el seminario sobre desarrollo sostenible en municipios de montaña, que ayer se clausuró en Castell de Castells, en La Marina Alta. Para la consecución de estas metas, demandan inversiones al Consell y a la Diputación. El seminario reunió durante el fin de semana a 30 universitarios, arqueólogos y ediles de los pueblos de montaña, que debatieron sobre las mejores actuaciones para labrar en sus municipios una alternativa al turismo de sol y playa. Dos requisitos son fundamentales para ello, "las ayudas de la Administración en materia de subvenciones e inversiones y la colaboración entre los pueblos a nivel comarcal", señaló el coordinador del encuentro, Vicente Tomás. Los asistentes propusieron iniciativas en tres ámbitos: arquitectónico, sociológico y turístico. Respecto a este último, plantearon la apertura de rutas culturales, panorámicas y de senderismo. "En Castell de Castells son muy interesantes las pinturas rupestres de Petrarcos", asegura Tomás, que añade: "los expertos cifran en 20 los enclaves de pinturas prehistóricas en los alrededores, por lo que se podría diseñar una ruta que los conectara". Se trata de conocer los hitos históricos de la comarca a través de sendas que atraviesen los bosques de la montaña. Cuando Tomás habla de "comarca", no se refiere exclusivamente a La Marina Alta, sino "a la comarca geográfica, es decir, toda la montaña". La creación de una red de cooperativas a este nivel con capacidad para intercambiar productos generaría puestos de trabajo y animaría a los jóvenes a quedarse en los pueblos. "Para ello se necesita una condición previa: la construcción de centros de Enseñanza Secundaria que impidan que los estudiantes se tengan que desplazar a institutos de la costa", apunta.