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"A los clásicos hay que removerlos y zarandearlos", afirma Calixto Bieito

El director afronta hasta el 2000 una larga serie de montajes

El director teatral Calixto Bieito está desembarcando en Europa de forma arrolladora. Sus compromisos para las próximas temporadas, teatro y ópera, podrán verse, fuera, en el Festival de Edimburgo, en el Barbican de Londres, en la Royal Shakespeare Company en Stratford, en el Piccolo di Milano, y, en España, en el Centro Dramático Nacional, el Teatre Nacional de Catalunya y el Liceu. En total, y hasta el año 2000, Calixto Bieito tiene contratadas una decena de producciones. «A los clásicos hay que removerlos y zarandearlos», dice.

Entre las producciones que ya tiene decididas Bieito están La vida es sueño, de Calderón; La casa de Bernarda Alba, de Lorca; Medida por medida, de Shakespeare; Il monda della luna, de Haydn; Carmen, de Bizet, y Cosi fan tutte, de Mozart.Curiosamente, el espectáculo que le abrió las puertas de Europa fue La verbena de la Paloma, un montaje que aquí se recibió con escepticismo, cuando no con declarada hostilidad. «Es verdad», comenta Bieito, «hubo de todo. Se ha llegado a decir que si se llevaba La verbena al teatro de la Zarzuela podía acabar en linchamiento. Cuando alguien, sin tradición zarzuelística y con un tratamiento contemporáneo, hace algo por primera vez se enfrenta a una barrera de prejuicios. Fuera la gente entraba más fácilmente en el lenguaje tragicómico. La verbena aún no ha ido a Madrid, pero, de momento, El barberillo de Lavapiés está siendo un éxito de público en el teatro de la Zarzuela».

En el Festival de Edimburgo estrena, el 17 de agosto, La vida es sueño en coproducción con el propio festival y el Barbican Center. Para el montaje, con actores británicos, cuenta con el cantaor catalán Miguel Poveda. «Es Poveda quien establece el punto de vista del espectáculo, un joven contemporáneo que explica la historia a un público contemporáneo. Lo que me interesa del cante es que, espiritualmente, entra por el estómago». Para el montaje, de escenografía abstracta y donde un gran espejo móvil en el espacio crea a la vez tierra y cielo, Bieito ha trabajado sobre las dos versiones de la obra publicadas por Calderón.

«Aunque las dos se editaron el mismo año, la primera es de un Calderón mucho más joven, es más escéptica, nihilista, irreverente. La contradicción del hombre barroco está mucho más presente. Provoca una tensión brutal que espero conseguir en el espectáculo». Para Bieito, La vida es sueño le habla directamente al hombre de hoy. «Segismundo en la oscuridad es la imagen del hombre contemporáneo. Tiene conciencia de su individualidad en un sentido de soledad. Es el hombre que ha perdido a Dios». También reivindica la necesidad de ver a Calderón con ojos nuevos. «De Calderón tenemos su imagen de eclesiástico, y no tiene nada que ver con él. En realidad vive una situación privilegiada, toca todos los géneros, hace juguetes teatrales perfectos y, encima, es un intelectural. No es ni reaccionario ni revolucionario, porque todo convive con él».

Sexo y violencia

La casa de Bernarda Alba se estrena, en coproducción del Centro Dramático Nacional y Focus, en el María Guerrero en noviembre. «Lo que tengo claro es que los clásicos hay que agitarlos y zarandearlos, y no siempre sale bien. Con Bernarda Alba me enfrento a toda una tradición de puestas en escena. La obra ha acumulado muchos tópicos y una parte de la crítica tiende a considerarla demasiado realista, en la lína de Ibsen. No pienso abordarla como un retrato de época de la sociedad española, sino como una historia de violencia y sexo en una familia muy concreta. Me cuesta hablar de ella, porque justo estoy empezando a trabajar en el montaje».Respecto a la ópera, a la que también llegó a través de La verbena, Calixto ha descubierto un campo de innovaciones posibles. «Ponerme en contacto con la música ha sido una de las cosas más importantes de mi carrera. Ahora la música me ayuda mucho en el aspecto de ritmos e impulsos cuando me enfrento a un espectáculo de texto. Lo que me interesa especialmente de la ópera es la posibilidad de experimentar en el sentido escénico».

Los títulos los ha seleccionado con los directores artísticos de los teatros. «Suelo llegar a un título por la música. Pero me interesa trabajar aspectos concretos. En Il mondo della luna, donde el texto es de Goldoni, abordo la mentira y la felicidad. Es la historia de un hombre al que hacen creer que ha viajado a la luna, una situación cercana a lo que pasa con la televisión. En Carmen tengo interés en profundizar en la misma línea que ya inicié con La verbena de la paloma». Otros compromisos de Bieito para los próximos dos años son obras para la Opera Zuid de Maastricht y la Welsh National Opera.

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