La maquinaria electoral, lista para otoño

En torno al próximo 24 de septiembre, fiesta de la Mercè, finalizará en Barcelona la exposición de la Generalitat, Catalunya demà, en la que el Gobierno catalán hará exhibición de sus logros y sus no menos ambiciosos proyectos de futuro. Aunque el plato fuerte serán las infraestructuras -con abundantes maquetas sobre los proyectos del aeropuerto, el puerto y el trazado del AVE-, también se prestará especial atención a otros aspectos, como la cultura, la sanidad, la enseñanza y las actividades del Departamento de Bienestar Social. El ambiente político que se respirará en Cataluña el próximo septiembre será de la máxima intensidad electoral, muy parecido al del otoño de 1995. La plataforma de lanzamiento que utilizó Pujol para la campaña electoral de aquel año fue también una exposición, Catalunya, un país amb futur. 15 anys d"autonomia. La iniciativa publicitaria no resultó desacertada. Además no les costó ni una peseta a los partidos de la coalición nacionalista, aunque para los contribuyentes catalanes, votantes o no, la factura superó los 400 millones de pesetas, menos de lo que costará la actual exposición. Desde hace unas semanas, altos cargos del Gobierno están apremiando a centros estratégicos de la Administración para que preparen la información que puedan precisar los consejeros para entrar en campaña en cualquier momento. Hay más indicios objetivos de este calentamiento del panorama político, como es la reserva de vallas publicitarias y la localización de personal especializado en buzoneo y tareas similares para el próximo otoño. El propio Pujol ha indicado a algún destacado alcalde convergente la conveniencia de adelantar la inauguración de determinadas obras de infraestructura previstas inicialmente para la primavera próxima.PASA A LA PÁGINA 3