El tráfico y los residuos urbanos son los principales problemas medioambientales

El tráfico y el aumento de los residuos sólidos urbanos (RSU) son los principales problemas medioambientales del País vasco, que ha reducido en un 40% la contaminación industrial debido al cierre de las grandes empresas siderúrgicas y la creciente utilización de energías respetuosas con el medio ambiente, como el gas natural. Éstas son algunas conclusiones del primer informe de la situación del medio ambiente, presentado ayer por el consejero Patxi Ormazabal, quien defendió la penalización del uso de combustibles contaminantes.

Según este informe, Vizcaya es la responsable del 65% de la contaminación atmosférica que sufre el País Vasco. Los malos humos de Vizcaya son el dióxido de azufre (SO2) , que produce mayoritariamente la industria manufacturera, y el monóxido de carbono (CO), provocado por el tráfico rodado. Sesenta estaciones miden continuamente la calidad del aire que respiramos. En lo que respecta a las emisiones de dióxido de azufre de las industrias, la contaminación se ha reducido a una décima parte en los últimos años. El consejero de Medio Ambiente propuso penalizar fiscalmente el uso de energías no respetuosas con el medio ambiente y aumentar las exenciones para aquellos combustibles y fuentes energéticas menos contaminantes. "Hay que impulsar los impuestos ecológicos en el transporte y la energía", señaló Ormazabal, que presentó estos datos con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado ayer. Ormazabal criticó que el transporte no tenga en cuenta la variable medioambiental, que, en su opinión, debería incluirse en las normas de planeamiento urbanístico de los ayuntamientos para fomentar el uso del ferrocarril y el autobús frente al coche. El tráfico y los polígonos industriales inciden también en la contaminación acústica. Medio Ambiente ha detectado en toda la comunidad 60 áreas donde el ruido supera los 70 decibelios. Este informe, que se actualizará cada tres años, se enmarca dentro de la reciente ley vasca de Medio Ambiente. Además del diagnóstico, el estudio detecta algunas lagunas en la acción gubernamental y apunta la necesidad de evaluar la incidencia del ozono troposférico en la comunidad, de actuar prioritariamente sobre los 26 ríos contaminados y reducir el 50% de las emisiones del sector energético para el año 2005. Los residuos sólidos urbanos son el segundo foco contaminante del País Vasco. Cada ciudadano genera al año 380 kilogramos de basura, de los que un 90% terminan en el vertedero. Ormazabal alertó del peligro del aumento continuo de la bolsa de la basura, cifrado en un 4% anual, que incide fundamentalmente en la contaminación del suelo. Según el informe, hay 6.000 emplazamientos potencionalmente contaminados, de los que 2.000 presentan un alto riesgo. El estudio diagnostica también los ríos, las costas y la biodiversidad en la comunidad. En los últimos 20 años, la superficie de bosques ha aumentado en 3.400 hectáreas, pero no se han fomentado las masas forestales de especies autóctonas, que constituyen una garantía contra los incendios y las lluvias ácidas.