Josep Maria Forn presenta en Málaga "Subjudice", un filme de sexo y política
Tras varios años de silencio, ocho desde su último filme, ¿Lo sabe el ministro? , el veterano realizador catalán Josep Maria Forn regresa a la realización con una película de género en la que la mezcla de escándalos sexuales, política y amores contrariados constituyen el principal reclamo de la función. Lleva razón el director cuando afirma, refiriéndose a Subjudice, que no se trata de una película política, o por lo menos, no como se entendía el término hace, digamos, unos 25 o 30 años. El filme narra la historia de un acoso sexual, el que supuestamente realizó un poderoso industrial y candidato en unas innominadas elecciones catalanas por un partido genéricamente derechista hacia / contra una empleada, que lo lleva a los juzgados y pone en cuarentena su mismísima carrera política.
Cruce entre el filme criminal, la descripción costumbrista y hasta el mélo sentimental con toques de comedia, Subjudice tiene una trama atractiva que, a priori, busca sin falsas coartadas a su espectador entre el público mayoritario. Lo hace con unos actores excelentes -Sílvia Munt, Assumpta Serna, Abel Folk, Jordi Dauder, Josep Maria Pou, Pepa López-, entre los cuales destaca Icíar Bollain. Pero poco puede hacer el director contra un guión, firmado por Forn y Dolors Payás, auténticamente obsesionado por dar a cada personaje sus propias razones, pero olvidando, en su resolución, dejar constancia del punto de vista de su responsable. Pero también con determinadas opciones de puesta en escena que contradicen las intuidas posturas del cineasta respecto de sus criaturas, hasta el punto de desnaturalizar peligrosamente algunos personajes.
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