La OTAN no intervendrá en Albania para frenar la crisis de Kosovo
La OTAN descarta por ahora enviar tropas a Albania para impermeabilizar la frontera con Serbia y contener la crisis en la vecina región de Kosovo, donde las fuerzas serbias aseguran haber asestado un serio revés a las guerrillas independentistas albanesas tras cinco días de combates. Tirana ha pedido ayuda para socorrer a las casi 3.000 personas que han llegado a su territorio huyendo desde Kosovo, al noroeste de Albania, la zona más pobre y aislada del país, donde algunas se mantienen a la intemperie.
Los ministros de Defensa de la Alianza se reunirán el día 11 en Bruselas para discutir de nuevo la estrategia militar occidental en Kosovo. Un grupo de oficiales de la OTAN viajará inmediatamente a Macedonia y Albania para valorar las posibilidades de un eventual despliegue armado en las fronteras con Serbia de estos dos países, los más amenazados si la crisis se descontrola.Las potencias occidentales vuelven a considerar la inmediata reimposición de sanciones al régimen de Slobodan Milosevic e Italia solicitó ayer una nueva reunión del Grupo de Contacto para analizar una escalada que Europa y Estados Unidos han sido hasta ahora incapaces de contener.
Tirana pidió el lunes una intervención urgente occidental para detener la «limpieza étnica» de albaneses en Kosovo, donde éstos superan a la población serbia en la proporción de nueve a uno. Fuentes militares serbias en Pristina, la capital provincial, aseguran que los enfrentamientos de los últimos días en la zona de Decani y Djakovica, en el suroeste, han causado 40 muertos, dos policías serbios entre ellas. Belgrado ha destituido a más de un centenar de sus policías, que se han negado a combatir en Kosovo.
La agencia de la ONU para los refugiados estimó ayer que los enfrentamientos han desplazado en Kosovo a unas 50.000 personas, de las cuales la mayoría permanecerían en la provincia, pero no en sus casas, según ACNUR. Alrededor de diez mil habrían buscado asilo en los vecinos Montenegro y Albania.
La versión de Belgrado plantea los últimos combates como una operación destinada a reabrir rutas de transporte cortadas por los insurgentes. «Los terroristas (la guerrilla del Ejército de Liberación de Kosovo) estaban muy bien escondidos, cada casa era prácticamente una fortaleza entre Decani y Djakovica. Nos han mantenido a raya durante horas y sólo se han retirado después de combates encarnizados», según una fuente serbia.
Los jefes de los albaneses de Kosovo anunciaron ayer a la OSCE que no asistirán a la reunión negociadora del viernes con los representantes de Milosevic, donde ambas partes deberían tratar en un segundo encuentro sobre el futuro de la provincia. En Kosovo han muerto más de 250 personas, la mayoría civiles albaneses, desde que Belgrado desató en febrero pasado una violenta represión destinada en teoría a acabar con la guerrilla del Ejército de Liberación (UCK), que busca por las armas la independencia de Serbia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.