Los rectorados plantean que la subvención ordinaria se equipare a la media nacional
Las universidades valencianas coinciden en que la financiación ordinaria (presupuestada en 37.000 millones para 1998) es escasa. Partiendo de esta "tesis común", los equipos económicos de las cinco instituciones estudiaron ayer en Alicante solicitar al Consell un aumento acorde a la subvención media nacional, que ronda los 50.000 millones.
"Debemos reconocer que por parte de la Administración valenciana se ha hecho un esfuerzo para que las universidades mejoren, pero nuestro deber es seguir diciendo que tienen que ser mejores todavía", explicó Carlos Barciela, vicerrector de Economía de la Universidad de Alicante, quien añadió: "Esto [el planteamiento conjunto] no debe asustar, ni alarmar a nadie, sino todo lo contrario, debe verse como un objetivo compartido". Según fuentes de otras universidades, lo que están haciendo las cinco universidades públicas valencianas es plantearle a la Generalitat y, en concreto, al consejero de Educación, Francisco Camps, ¿qué están dispuestos a hacer por el sistema universitario público valenciano? y ¿cuánto están dispuestos a invertir en él? La tesis común es que la subvención ordinaria del Consell se acerque a la de la media nacional y sitúe a la Comunidad Valenciana al nivel del resto de comunidades autónomas que tienen un nivel de renta similar, ya que ahora las universidades valencianas ocupan un lugar sólo por encima de Murcia, Castilla-La Mancha, Asturias y Andalucía, informa Neus Caballer. Tras la reunión sostenida ayer en Alicante por los cinco vicerrectores económicos y los gerentes, Barciela aseguró que están dispuestos a mantener la unidad de acción en la redacción de un documento que será presentado a Educación. Los rectorados están conformes con el actual modelo de financiación, pero, en ensencia, piden la revisión del concepto de alumno financiable por universidad y, sobre todo, plantean la necesidad de que el Gobierno valenciano "garantice" una subvención básica mínima que cubra las necesidades. El resultado de ayer, en que sólo se ausentó el vicerrector de la Politécnica por problemas personales, fue una batería de propuestas, aunque sin concretar plazos ni fechas. Con todo, según adelantó Barciela, existe consenso en buscar una propuesta que contemple, además de la financiación básica, los recursos adicionales que recibiría cada universidad en función de sus objetivos alcanzados, como son la actividad docente, la oferta cultural y los proyectos de investigación. "El actual plan de financiación es objetivo, y eso está bien, pero queremos una reforma más eficaz y funcional", precisó Barciela, al insistir en que la revisión del actual modelo de financiación, que vence a final de año, debe reformar el concepto de alumno financiable para que la financiación real se adapte a los créditos cursados por el estudiante y sus resultados académicos. Los gerentes plantearon una subvención para el capítulo de mantenimiento, desperfectos de las infraestructuras, seguridad en los campus y programas de investigación y docencia. Con este tipo de reuniones periódicas, explicaron los gerentes, se pretende "reestablecer el diálogo con un ánimo positivo" para concretar las propuestas con Educación. La voluntad de consenso, sin embargo, no lo es todo. La Miguel Hernández de Elche, que aún no cuenta con Estatutos ni un rector propio (Jesús Rodríguez, que ejerce de presidente de la comisión gestora, fue designado por el Consell), sacó a colación el último cruce de palabras entre el consejero Camps, que acusó al rector de Alicante, Andrés Pedreño, de "acaparar demasiado protagonismo". La institución creada por el PP no oculta que se encuentra en una posición delicada debido al talante reivindicativo de estas reuniones.
