El teatro como medicina

Muchos médicos aseguran que la mejor medicina es tener un buen estado de ánimo. Si esto es así, ayer, en el Hospital Infantil del complejo hospitalario Virgen del Rocío, varias decenas de niños progresaron en su curación, pues, en ese número, unos 50 aproximadamente, acudieron, desde su cama hospitalaria, a la representación teatral de La Zapatera Prodigiosa de Federico García Lorca. La obra la escinificó para ellos el C.P. Rector Mota Salado. "Y si no se curan del todo, al menos mejorarán un poco", comentó María José Caro, enfermera y maestra de la escuela infantil del hospital. El salón de actos estaba a rebosar. Además de las madres, abuelas, algunos abuelos, y del personal sanitario, acompañaba a los niños enfermos el alumnado del C.P. Cristóbal Colón, que habían venido, no sólo para ver junto a ellos la obra de teatro, sino para compartir un desayuno y conocer por dentro, en una jornada de puestas abiertas, las instalaciones. El director médico del Hospital Infantil, Juan Mellado, asegura estar satisfecho de cómo se está desarrollando la experiencia. Él preside un denominado Comité de la Ilusión, que ha sido el encargado de promover la Primera Muestra de Teatro Infantil en el hospital. "Nuestros objetivos son varios", señala. "El más importante es influir positivamente en el estado de ánimo de nuestros jóvenes pacientes, a la vez que intentamos reforzar su actitud psicológica; que se sientan a gusto mientras están aquí. También pretendemos, que, los niños que están sanos, conozcan nuestras instalaciones y compartan algunas horas con los enfermos; y si es a través del teatro, mejor". Niñas y niños en pijama, con la cara pintada, y celebrando la fiesta; algunos recostados en una camilla; varios en silla de ruedas; otros con un brazo vendado, una pierna escayolada... Pero todos contentos y compartiendo la alegría de la representación. Hay una abuela que sonríe. ¿Usted que hace aquí? "He venido a visitar a mi nieta y, al no encontrarla en la habitación, he preguntado, y me han dicho que estaba en el teatro". Su nieta tiene una grave enfermedad pero, la abuela, que vuelve a sonreír, asegura "que ya está mucho mejor". Como Emilio José, 12 años, que con la cara pintada y en pijama, dice que se lo está pasando muy bien. "Me he olvidado de los pólipos y la úlcera que tengo". Mientras tanto, una compañera enferma tienen que ser retirarda de la sala por una imprevista indisposición. La realidad y el teatro, en este caso, conviven en el salón de actos del hospital. Esta Primera Muestra de Teatro Infantil hospitalaria durará todo el mes de junio. A lo largo de estas cuatro semanas se representarán ocho obras, y a ellas acudirán otros tantos colegios invitados. Todos los jóvenes actores pertenecen a centros de enseñanza secundaria o a colegios públicos y privados de Sevilla. La organización ha estado a cargo del grupo de trabajo Teatro y Educación; su coordinador, Javier Ros, solicita "más atención institucional para el profesorado que hace teatro en los colegios"; luego añade: "el arte teatral no sólo es un buen instrumento pedagógico sino que también, ya se ve, cura a los enfermos". La Muestra concluirá el próximo día 26 con la actuación de la Joven Orquesta de Sevilla "Francisco Guerrero". Treinta niños y niñas, entre 8 y 12 años, "pondrán el broche de oro musical a esta gran fiesta", dice Mellado. "Y la música terminará de curar", añade sonriendo, "a los que todavía no se hayan ido a su casa".