Educación echa la culpa de las deficiencias en la escuela pública a la herencia recibida del PSOE

Puede que la enseñanza pública no vaya todo lo bien que debiera, pero la culpa es de la herencia recibida del PSOE. Éste es el argumento con el que el Ministerio de Educación contraataca ante los últimos acontecimientos en la comunidad educativa madrileña, en particular la rebelión de directores de institutos públicos, que el pasado martes pidieron -en un porcentaje superior al 70%- la cabeza del director provincial y de su equipo.

La Dirección Provincial de Centros Educativos ha contestado a esta sublevación con un informe en el que, tras detallar las inversiones habidas en la región desde 1996, se asegura: "Las obligaciones se han visto amplificadas por las carencias heredadas del equipo anterior. Así, de las previsiones contenidas en el plan de necesidades de 1990 a 1996 sólo se efectuaron el 35%. Ello muestra el retraso en inversiones, que está siendo corregido por el actual equipo ministerial".

Tras esta aseveración, las autoridades educativas reconocen la importancia de los directores como elementos "críticos" en el perfeccionamiento del sistema. Por ello se ofrecen a "intensificar la comunicación con ellos", siempre y cuando "propongan mejoras de un modo ordenado y sistemático". El director provincial de Educación, José Antonio Palacios, había respondido el miércoles de forma desabrida a los 202 directores que pedían su cese. "Que se dediquen a dar clase", espetó en la Cadena SER.

El ministerio sostiene que en el último año ha incrementado en un 5,5% los gastos de funcionamiento de los institutos y en un 5% la atención a alumnos con necesidades educativas especiales. Además, concluyen sus responsables, se ha conseguido duplicar el seguimiento personalizado a los chavales con dificultades de aprendizaje.

Solidaridad sindical

Son cifras que CCOO contrarresta con otras menos favorecedoras. Por ejemplo, la supresión de 498 unidades en primaria y secundaria para el curso 1998-99, lo que se traduce en unos 12.000 puestos escolares menos. "Estas acciones se realizan de forma autoritaria, sin el más mínimo diálogo con los sindicatos o con los directores de los centros", deplora el secretario de enseñanza de esta central sindical, Jaime Cedrún, quien se suma con todo énfasis a la petición de cese para José Antonio Palacios. "Debe reconocer que no tiene capacidad para dirigir la educación madrileña", apuntó.Otras voces se han sumado a la tormenta educativa desatada por el documento en el que 202 directores reclamaban a Palacios que abandonara su puesto. UGT ha hecho pública su "solidaridad" con los directores de institutos, al tiempo que rechazaba los "métodos" del ministerio. También USO se ha alineado con el manifiesto, pero con una fórmula más matizada. Esta central proclamó su "total apoyo al conjunto de las reivindicaciones", pero lamentó "la demagógica confrontación entre la enseñanza pública y la privada".