Fallece en Brasil un enfermo cardiaco tras ingerir Viagra

Un hombre de 66 años murió el 16 de mayo en Santa María (Rio Grande do Sul, Brasil) tras haber ingerido sin autorización médica la píldora contra la impotencia, Viagra, y mantenido dos relaciones sexuales consecutivas. El fallecimiento le sobrevino 40 minutos después del coito. La víctima padecía una insuficiencia cardiaca leve, lo que hizo que su urólogo relacionara esta muerte con la interacción del fármaco contra la impotencia y los utilizados por la víctima para su dolencia del corazón. Este fallecimiento se añade a los seis sobrevenidos en Estados Unidos que parecen estar relacionados con el Viagra.En Yedda (Arabia Saudí), cuatro hombres fueron tratados recientemente en cuidados intensivos de hospitales privados después de haber tomado la nueva píldora. Se desconoce el estado de tres de ellos; y el cuarto, con 50 años, que había sido hospitalizado tras sufrir un ataque cardiaco nada más ingerir varias pastillas de Viagra, abandonó el hospital el pasado lunes.

Con el fin de evitar el aluvión de ciudadanos europeos hacia Andorra en busca de la pastilla, el Colegio de Médicos del Principado informó ayer de que los facultativos harán un control riguroso de los solicitantes antes de extender cualquier receta.

Por su parte, el consejero de Sanidad de la Generalitat catalana, Eduard Rius, afirmó ayer que el ministro de Sanidad y Consumo, José Manuel Romay Beccaria, se ha precipitado al anunciar que la Seguridad Social española pagará el Viagra. Rius argumentó que este fármaco todavía no ha sido aprobado por la Agencia Europea del Medicamento y se desconoce si se puede administrar sin peligro. Para Rius, el coste anual para la Seguridad Social ascendería a 151.000 millones de pesetas.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Defensa de la Sanidad Pública, Marciano Sánchez, denunció asimismo la oferta de Romay Beccaria: «Se trata de un fármaco bastante cuestionado debido a que ha presentado efectos secundarios muy importantes», dijo.

Manuel Romay reiteró ayer, sin embargo, que la Seguridad Social financiará la píldora, pero precisó: «Se va a estudiar con todo cuidado para que no haya abusos y saber si está indicado para algunas enfermedades de las que atendemos dentro del marco de prestaciones del Sistema Nacional de Salud».

El ministro de Sanidad francés, Bernard Kouchner, anunció ayer que convocará una reunión de expertos para ver las ventajas y riesgos del medicamento.