Jóvenes estudiantes y adultos prosiguen la escalada de protestas generalizadas contra Educación
El clima de malestar contra la política de Educación subió ayer de tono. A las protestas de padres y alumnos por la falta de centros de Secundaria, protagonizadas en las últimas semanas en Alicante y Valencia, se sumó ayer un tercer sector que pide el desarrollo de la ley de Formación de Personas Adultas. Cerca de 2.000 adultos de distintos municipios, en su mayoría amas de casa, se congregaron ayer ante el Palau de la Generalitat para exigir el cumplimiento de una norma legal que se aprobó en enero de 1995, con el Consell todavía gobernado por los socialistas y que afecta a 50.000 personas.
"Queremos una buena campaña de alfabetización", coreaba ayer por la mañana un grupo de mujeres mayores, en su mayoría amas de casa, procedentes de distintos pueblos. Algo aparentemente tan sencillo como tener la posibilidad de integrarse a la sociedad, mediante el Graduado de Secundaria -el documento de escolarización básico que sustituye al antiguo graduado escolar con la implantación de la LOGSE- es, en la práctica, uno de los problemas que padecen los valencianos de edad avanzada. Pero la reivindicación va mucho más lejos, ya que se reclama una política de formación de adultos en la línea de los países más avanzados, que conceden una importancia creciente a esa modalidad formativa como instrumento de reciclaje personal y de integración social. Unos 2.000 adultos procedentes de distintos puntos de la Comunidad Valenciana, desde la Marina Baixa, Elx, Vinaròs, Buñol, Cheste, Benetússer, Albal, Alfafar o Alboraia se concrentraron ayer frente al Palau de la Generalitat durante casi dos horas para exigir al presidente Eduardo Zaplana la puesta en funcionamiento de la Ley de Formación de Personas Adultas, mediante un diseño de los programas formativos, la elaboración de un plan de actuación y la dotación de una partida presupuestaria real. Los manifestantes, acompañados de cientos de profesores procedentes de los cerca de 300 centros de Formación de Adultos, que existen en la Comunidad, aseguraron que a tres años de la promulgación de la ley y cuando ha pasado más de un año desde que el actual consejero de Educación, Francisco Camps, asegurara poco después de asumir su cargo que "la formación de adultos es una cuestión prioritaria", el Gobierno Zaplana "lo único que ha mostrado ha sido su desprecio y desinterés" por este tramo educativo, resumió Toni Puchades, portavoz de la Mesa d"Agents Socials per l"Educació de Persones Adultes. Una plataforma que se constituyó en 1992 con la presencia del alumnado y el profesarado, de las fuerzas políticas de izquierda, los sindicatos CC OO, STEPV y FETE-UGT, y diversas entidades, federaciones y organizaciones no gubernamentales. "Queremos el Graduado de Secundaria ya", "Basta de palabras, acciones", "Queremos participar y decidir la formación de los adultos", fueron los mensajes, que culminaron con la petición de dimisión del consejero de Educación, Francisco Camps, y del director general de Innovación y Ordenación Educativa, Josep Vicent Felip. "50.000 alumnos y alumnas están padeciendo la desidia, el desinterés y el abandono sistemático de la Generalitat hacia todo lo que es enseñanza pública y, en este caso, a la formación de personas adultas". A los manifestantes, que portaban numerosas pancartas, se sumaron, con lemas que hacían referencia a la mejora de la calidad de la enseñanza, en favor de la educación pública y del cumplimiento del mapa escolar, 130 padres, profesores y alumnos de la localidad de Viver, que desde hace una semana están en huelga en protesta por la falta de un insituto. "No es casualidad que hoy estamos gentes de la EPA [Educación Permanente de Adultos] y del colegio público de Viver. El Gobierno de Zaplana tiene entre sus objetivos aniquilar la enseñanza pública y financiar a la privada", resumió a voz en grito, desde los altavoces instalados en la plaza de Manises, un portavoz del grupo. En representación de los 1.200 habitantes de Viver, los manifestantes protestaron contra la iniciativa de la consejería de enviar a los alumnos de Secundaria a estudiar a Segorbe, un pequeño municipio situado a 40 kilómetros de esta población. La concentración de ayer por la mañana coincide con la campaña de movilizaciones previstas para esta semana por la Federación de Padres de Alumnos FAPA-Valencia, que culminará el viernes con una manifestación en la plaza del Ayuntamiento.
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