Movilización de padres contra el proceso de matriculación
Medio millar de padres de alumnos de la ciudad de Valencia procedentes de los institutos de la zona de Benimaclet y Pla del Ral provocaron ayer por la tarde pequeños cortes de circulación en la confluencia de la avenida de Cataluña con Blasco Ibánez en un acto convocado para informar a la ciudadanía sobre los problemas que enfrenta la enseñanza pública en la Comunidad. A la misma hora, varios centenares de padres, madres y alumnos más, procedentes de los barrios de Campanar, Benimàmet, Benicalap, Saidia y Rascanya se concentraban en las puertas de la Consejería de Educación, provocando cortes de tráfico frente al hospital La Fe con la misma consigna. Las protestas se enmarcan dentro de las movilizaciones organizadas por la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Valencia en contra del proceso de adscripción de centros de Primaria a Secundaria. Los padres se quejan de que la consejería les está sometiendo a un proceso de matriculación que, además de considerarlo ilegal y estar recurrido en el Tribunal Superior por los tres principales sindicatos de la enseñanza, consideran que no les "garantiza" que sus hijos tengan una plaza en un centro público próximo a sus domicilios. Falta de institutos El malestar generado por el método de adscripción, que en unos casos obliga a los alumnos a desplazarse a centros que distan hasta 40 kilómetros de sus casas y, en otros, se limita a ofrecer una lista con un par de institutos públicos y cuatro o cinco privados-concertados, con el problema de que deberán someterse a un proceso de baremación exhaustivo. La cuestión de fondo reside en la falta de institutos adecuados a la LOGSE para escolarizar en condiciones a los alumnos de primer y segundo ciclo de secundaria, un 90% de los cuales en la actualidad sigue escolarizado en centros de Primaria. La generalización el año que viene del tercer curso de ESO, con 42.000 estudiantes más que deberán ser incorporados a los institutos, ha sido el detonante de la falta de plazas en los centros de cada barrio donde tradicionalmente pasaba a cursarse el bachillerato. Desde la Administración autonómica, se responde a estas críticas afirmando que el PP no ha reducido, sino incrementado, las inversiones en educacíón. Parte de los problemas se atribuyen desde la consejería al retraso acumulado de los gobiernos socialistas. El goteo permanente de protestas no impidió que el propio presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, afirmara el lunes: "Nadie podrá probar con un dato que el PP no es un firme defensor de la enseñanza pública de calidad". Por su parte, el consejero de Educación, Francisco Camps, también criticó el lunes a los socialistas por "crear confusión" al apoyar las protestas.
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