Los vencedores en Hungría intentarán formar una gran coalición de derechas
El partido derechista Fidesz-Cívico Húngaro, vencedor el domingo de la segunda vuelta de las elecciones legislativas, anunció ayer que no se dejará chantajear por otros grupos afines en la formación de Gobierno. Fidesz, que dirige Viktor Orban, ha derrotado a los socialistas de Gyula Horn en las terceras elecciones generales en Hungría tras la caída del comunismo. Paradójicamente, la Bolsa de Budapest cayó ayer nueve puntos tras el triunfo de Orban, un abogado de 35 años que deberá aliarse con grupos más a la derecha si quiere formar Gobierno.
«Mantendremos conversaciones sobre un Gobierno de coalición, para armonizar puntos de vista, pero no nos vamos a dejar chantajear directa o indirectamente», dijo ayer el número dos de Fidesz, Tamas Deutsch. La advertencia está dirigida a los Pequeños Propietarios, una formación radical y nacionalista cuyo jefe, Joszef Torgyan, habla ya como si fuera el auténtico vencedor de los comicios.El entendimiento con Torgyan, que considera a los perdedores de Horn una banda de bolcheviques, es el punto crucial que debe afrontar Orban para sustituir en el poder a la alianza de ex comunistas y liberales que ha gobernado Hungría desde 1994.
El resultado de los comicios es un triunfo personal para Orban, tras su humillante derrota en 1994. Orban ha descartado en los últimos días la posibilidad de una gran coalición con los socialistas derrotados.
El partido de Orban ha conseguido 148 de los 386 escaños del Parlamento. Su aliado principal es el Foro Democrático, otra formación derechista con ribetes nacionalistas que ha conseguido 17 diputados. Pero la balanza del poder la tienen los Pequeños Propietarios, 48 escaños, un partido de origen campesino, opuesto a la liberalización económica y receloso ante la OTAN y los efectos en la agricultura húngara del ingreso en la Unión Europea. La derecha húngara consiguió en la segunda vuelta el 55% de los escaños parlamentarios.
Los socialistas han obtenido 134 diputados, y 24 sus aliados gubernamentales, los Demócratas Libres. La plana mayor de esta formación liberal dimitió ayer. Un partido filonazi, el de la Justicia y la Vida, ha rebasado la barrera del 5% del voto y entra en el abultado Parlamento húngaro por vez primera con 14 asientos.
Los votantes no se han dejado impresionar por los logros de Horn, a quien han castigado por un durísimo plan de ajuste que ha reducido a la mitad la deuda exterior y rebajado el desempleo y la inflación a costa de cercenar el poder adquisitivo. Viktor Orban ha ganado las elecciones prometiendo a los húngaros una sociedad libre de criminalidad y corrupción, menos impuestos y un rosado crecimiento económico del 7%, tres puntos por encima del actual.
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