_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Un constructor de paisajes insólitos

JOSU BILBAO FULLAONDO El colectivo Ongarri ha organizado una exposición con las últimas fotografías realizadas por Gorka Salmeron (Legazpia, 1969) en la Casa de Cultura de Elgoibar, una antigua Casa Torre situada en el centro de la localidad. La belleza del local no desmerece a la mejor obra artística que se pueda presentar en él, pero, en este caso, lo mismo que ocurre en muchas salas de museos importantes, la dimensión real y subjetiva de la obra exige más espacio. Dentro de los limites presupuestarios con los que se llevan a cabo estos eventos es de agradecer la publicación de un catálogo que recoge todo lo expuesto. Es loable por su sencillez; porque incluye poemas, unos en vasco otros en castellano, de Jose Luis Padrón que buscan una simbiosis con las imágenes. Además, porque, el folleto levanta acta de lo que se ha realizado, algo que puede servir como orientación en futuras antologías fotográficas de España o Euskadi, para que no ocurra lo mismo que con la titulada "Cuatro direcciones" donde la referencia de los jóvenes autores vascos era inexistente. Gorka se acercó a la fotografía por iniciativa propia y condujo sus primeras experiencias desde la sociedad fotográfica "Ikatza", en su pueblo natal. No pasaron muchos años cuando decidió recibir enseñanza de Koldo Chamorro o Luis Ochandorena, entre otros. También acudió al conocido seminario de Tarazona (Navarra), o al festival fotográfico de Arles (Francia) donde aprendió del taller organizado por Eiichiro Sakata. A partir de entonces rodaron exposiciones colectivas e individuales, becas y premios por sus trabajos. En su portafolios cuenta con diversas colecciones de las que sobresalen los retratos realizados en Rwandao la crónica sobre la industria de Legazpia. El trabajo que ahora nos enseña lo titula "Paseoak eta paisaiak". Son ocho conjuntos de imágenes formados, según los casos, por varios fotogramas que relacionados entre si completan una sola unidad paisajística. Los pies de foto rompen la ambigüedad del significado y nos indican que son imágenes tomadas en sendas de montaña de Guipúzcoa, en Francia, en Volvic y en otros lugares. La herramienta que ha utilizado para su realización ha sido una cámara de esfera panorámica a la que, mientras desarrollaba todo el ciclo de la toma (puede durar entre 3 o 4 segundos siendo la velocidad de obturación 1/30 de segundo), imprimía un ligero movimiento ondulatorio. El resultado de esta manipulación tecnológica permite la obtención de unas vistas donde la mirada se desvanece y el observador se encuentra en una sensación de dulce mareo. Con ello el referente se diluye para dar paso a una nueva construcción del lugar y del espacio. Solo en una ocasión se intuye la presencia humana, es la foto más pequeña, la que titula "Aizkorriko bidean". De espaldas al objetivo se intuye en ella dos personas que discurren de manera sinuosa entre veredas llenas de cromatismo que se alejan. Para el fotógrafo el paisaje ofrece nuevos encuentros. Gorka lo entiende como como una oxigenación de la etapa anterior. Busca la expresión de unos sentimientos en los que influye el espacio, la luz, la textura del terreno o fenómenos naturales de distinta índole. Esta vez deja de lado aquellas imágenes en las que dominaba el realismo, donde la referencia del objeto fotografiado era evidente. Emprende un nuevo "paseo" que modifica su anterior punto de vista. Nos traslada, sobre una emulsión de color, hacia una recomposición del concepto de "paisaje". En este camino, deja patente una construcción donde interviene la experiencia cultural de cada uno y, así, lo plasma en su trabajo. Hace que aparezca un nuevo espacio, otra perspectiva, donde la naturaleza parece estar barrida por un pincel caprichoso que, con vaivenes ondulantes, manifiesta su fuerza estética. Una expresión fotográfica que, en sus trazos apasionados, ha llevado al autor a una óptica de ilusiones; que le ha hecho ceder ante las redes del pensamiento, la memoria y su inconsciente individual, motores todos ellos de la fantasía creativa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_