Un violento terremoto en el centro de Bolivia causa al menos 48 muertos y 200 desaparecidos
Al menos 48 personas murieron en la madrugada de ayer a consecuencia del seísmo que sacudió la zona central de Bolivia, con una magnitud de 6,8 en la escala de Richter. El epicentro del terremoto fue situado en el sur del departamento (provincia) de Cochabamba, muy cerca de los pueblos coloniales de Aiquile y Totora, a 150 kilómetros al sur de la ciudad de Cochabamba. El seísmo, registrado a las 00.40 (6.40 madrugada en España) ocasionó según los primeros informes el derrumbe del 80% de las viviendas de ambos pueblos, que en conjunto suman unos 15.000 habitantes .
El balance preliminar entregado por las autoridades señala, además de los 48 fallecidos, hay cerca de 60 heridos y unos 200 desaparecidos a quienes se busca ahora entre los escombros.De acuerdo con el observatorio sismológico de La Paz, el movimiento telúrico ha sido el más fuerte en lo que va de siglo y aún mayor que el terremoto que en la década de los años cuarenta afectó a la ciudad de Sucre. El seísmo, aparentemente originado por un movimiento de placas tectónicas a poco más de 65 kilómetros de profundidad, se sintió con una intensidad de tres a cuatro en la escala de Mercalli en las ciudades de La Paz, Santa Cruz, además de Cochabamba, lo que originó alarma entre los ciudadanos, poco habituados a este tipo de fenómenos.
El presidente de Bolivia, Hugo Banzer, suspendió sus actividades en La Paz y se trasladó al centro del país para apoyar las tareas de auxilio y ayuda a los damnificados que quedaron momentáneamente aislados e incomunicados. «Queremos pedirles que se tranquilicen, que ayuden a tranquilizar, porque en medio de la desesperación no se resuelve nada», dijo Banzer en su primera declaración a los periodistas tras conocer la noticia. Además aseguró que en breve se dispondrá de un fondo de ayuda internacional previsto para situaciones de desastre aunque no confirmó su cuantía.
Dos aviones de pequeño tamaño recogieron a los heridos graves para trasladarlos a los centros médicos de Cochabamba, ya que el hospital de Aiquile resultó seriamente afectado por el terremoto. Los caminos a Aiquile y Totora no son practicables por los derrumbes producidos, aunque ello no ha impedido que decenas de personas hayan decidido llegar con auxilio y medicamentos a éstos y otros pueblos de la zona, que será declarada de desastre nacional.
El ministro de Defensa, Fernando Kieffer, explicó que las operaciones de rescate llevadas a cabo se han visto dificultadas por el hecho de que la tierra seguía temblando y el efecto de las ondas sísmicas podía poner en peligro tanto a los componentes de los equipos de rescate como a los posibles supervivientes que se encuentran bajo los escombros. Por esta razón los trabajos no se han realizado a buen ritmo.
Las réplicas del seísmo se han sucedido en forma intermitente y el observatorio ha contabilizado hasta 157 pequeños temblores en las primeras ocho horas después del movimiento principal. En la ciudad de Cochabamba la ciudadanía ha quedado inquieta ante el anuncio de que estos temblores se recrudezcan en las próximas horas.
En Bolivia no se han registrado terremotos desde 1946 por lo que la población no tiene apenas experiencia en este tipo de desastres. Una falla geológica atraviesa el territorio en forma diagonal y pasa por el centro mismo del país.
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