Catorce muertos y 33 heridos al explotar una potente bomba en un populoso mercado de Argel

Un potente artefacto de fabricación casera, escondido aparentemente en una bolsa de plástico, explosionó ayer en el mercado de El Harrach, en Argel, cuando se encontraba abarrotado de gente aprovechando la festividad islámica del viernes. Al menos 14 personas perdieron la vida y 33 resultaron heridas, según fuentes del hospital Semerli, a donde fueron conducidos. La agencia oficial de noticias redujo a 10 el número de fallecidos. Es la segunda bomba que explota en este barrio en 48 horas. El miércoles, nueve personas resultaron heridas en la estación de ferrocarril.

La visión del mercado era desoladora. Gritos de dolor, gente herida tirada en el suelo, cuerpos despedazados... Las fuerzas de seguridad acordonaron de inmediato la zona, impidiendo el paso a toda persona ajena a los servicios de rescate o la policía. Algunas fuentes aseguran que la tragedia hubiera sido mayor de no ser por las características físicas del lugar: un espacio abierto, sin edificios cercanos que comprimieran la onda expansiva.Aunque nadie ha reclamado la autoría del atentado, las bombas en los lugales públicos suelen ser obra del Grupo Islámico Armado (GIA), el más sanguinario de todos los que combaten al Gobierno de Liamín Zerual. No han faltado, sin embargo, las voces de disidentes que acusan a los servicios secretos de estar detrás de muchos de estos actos terroristas.

Argelia vive una guerra civil larvada desde 1992. Fuentes oficiales cifran el número de muertos en 26.000 personas. Las organizaciones humanitarias internacionales hablan de 100.000.

La Unión Europea expresó ayer su preocupación por lo sucedido y solicitó a los autores que detengan su estrategia criminal. En enero, una delegación europea no pudo visitar los lugares de las últimas matanzas al impedírselo el Gobierno.