Chaves ofrece comprar por 6.000 millones las tierras contaminadas

El presidente del Gobierno, José María Aznar, se desplazó ayer a la zona contaminada el pasado 25 de abril por el vertido tóxico de la presa minera de Aznalcóllar para instar a los afectados a ponerse de acuerdo con la Junta de Andalucía antes de elevar sus propuestas al Gobierno central. Los agricultores no se conformaron con las palabras tranquilizadoras del presidente y salieron de la reunión pidiendo menos «compromisos verbales» y más «soluciones concretas». La Junta les avanzó una: comprarles las tierras contaminadas por 6.000 millones y abandonar para siempre su uso agrícola.

Las asociaciones agrarias aparecieron por primera vez claramente divididas por esa propuesta. La patronal agraria Asaja opina que es prematuro hablar de vender las tierras antes de conocer el grado exacto de toxicidad que sufren. Pero la otra gran asociación, COAG, es partidaria de vender los suelos contaminados cuanto antes.Los representantes en Sevilla de ambas asociaciones agrarias (Ricardo Serra y José Muñoz Sánchez, respectivamente) sí se muestran de acuerdo en una cosa: en que la gran mayoría de los agricultores afectados quieren vender la tierra porque están convencidos de que no podrán colocar ni un melocotón en el mercado durante muchos años.

El presidente de la Junta, Manuel Chaves, está intentando que la Unión Europea y el Gobierno paguen parte de los terrenos, pero ayer les aseguró a los agricultores que la Junta pondrá sobre la mesa los 6.000 millones si las otras dos administraciones no se deciden a comprar.

Preguntado acerca de este asunto, Aznar se limitó a comentar: «El Gobierno está dispuesto a estudiar todas las iniciativas». Y luego insistió en su mensaje central: primero, que los afectados alcancen un acuerdo con la Junta; luego, que se dirijan conjuntamente al Gobierno.

El plan de la Junta consiste en comprar las tierras, descontaminarlas, reforestarlas y transformar el segmento afectado del valle del río Guadiamar en un corredor verde ajeno al uso agrícola. La reforestación de este cauce es un viejo y hasta ahora aparcado proyecto, esencial para frenar la erosión y el arrastre de arcillas hacia el parque nacional de Doñana.

Entrevistas conjuntas

Aznar y Chaves no mantuvieron ninguna entrevista a solas. Se limitaron a reunirse en Aznalcázar (Sevilla) con los representantes agrarios y los alcaldes afectados, en compañía de los ministros de Trabajo, Javier Arenas, y de Medio Ambiente, Isabel Tocino. De hecho, Manuel Chaves sólo fue invitado a la reunión ayer mismo por la mañana, tras arduas gestiones de su gabinete.Además, Aznar se esforzó por mostrar su compromiso personal con los afectados. Dijo: «Los agricultores y los alcaldes deben estar tranquilos y saber que van a tener al Presidente del Gobierno encima todos los días». Y añadió: «Volveré dentro de poco».

Sobre la posibilidad de la intervención del Ejército en las tareas de remoción de los lodos, Aznar insistió en que las Fuerzas Armadas están listas para actuar en cualquier momento, pero aclaró que sólo lo harán si lo solicita la comisión de seguimiento de la crisis, que reúne a los expertos y a representantes de las dos administraciones de forma permanente. Chaves, por su parte, aseguró que la ayuda del Ejército no es necesaria, ya que el ritmo de limpieza de lodos es, según él, suficiente para concluir la tarea antes de las lluvias de otoño.

El consejero de Medio Ambiente de la Junta, José Luis Blanco, pidió ayer «prudencia» a los medios de comunicación a la hora de abordar la catástrofe de Doñana, informa Esperanza Peláez.

«La marea mediática influye más que la marea tóxica en lo que pueden ser las consecuencias de esta catástrofe», señaló Blanco, quien insistió en que la administración andaluza está tomando «más precauciones de las que serían estrictamente necesarias» en los trabajos de restablecimiento de las tierras afectadas.

«Estamos contemplando restablecer con una promoción la garantía de los productos andaluces», dijo, y añadió: «Hay demasiada alegría y demasiado verbalismo en todo este tema, y hay que hacer un esfuerzo por dar una información lo más adecuada posible».

En parecidos términos se expresó el consejero de Industria, Guillermo Gutiérrez, quien defendió ayer en el Parlamento autonómico que la Junta «ha hecho más de lo que le correspondía» tras el desastre ecológico, informa Luis Barbero.

Gutiérrez, a cuyo departamento corresponde la inspección minera, y a quien la oposición ha exigido de manera reiterada su dimisión, subrayó en varias ocasiones la «buena actuación» de la consejería andaluza que dirige. Asimismo, sostuvo que en los dos últimos años «nadie se había preocupado por las minas de Aznalcóllar».