Portacoz
Fue un momento histórico: tras aplicar el método científico inventado por Miguel Ángel Rodríguez mediante el cual logró definir la política de Aznar como de «centro izquierda», la ministra Tocino pudo afirmar sin apenas esfuerzo que un señor provisto de un imán ya había recogido todos los metales pesados de Doñana. Ello fue corroborado de inmediato por la consejera de Medio Ambiente (en la actualidad, un cuarto o un sexto ambiente) de la Junta andaluza, la cual, aplicando a su vez lo que ya se conoce como «sistema Rodríguez», declaró: «Para que los lodos de Doñana lleguen a perjudicar la salud hay que comerse dos kilos». Demostración: cinco caballos que obedecieron a la consejera se murieron, pero de causa desconocida.El fructífero invento de Rodríguez se funda en una tesis del filósofo alemán G. W. F. Hegel que reza: «Todo lo real es racional y todo lo racional es un botijo de Alicante», pero Rodríguez le ha sabido dar un giro inequívocamente español. Yo mismo estaba convencido de ser un profesor de universidad hasta que, tras aplicar el sistema Rodríguez, he descubierto que soy un independentista checheno, así que ahora soy un patriota y me pido la abolición inmediata de Rusia. Cualquiera puede ensayar el sistema Rodríguez: un conocido mío de nombre Ernest creía ser un historiador de la catalanidad, pero, tras aplicar el sistema Rodríguez, descubrió con indescriptible gozo que era Miss Universo 1953. Está radiante.
El enorme éxito del sistema Rodríguez en medios políticos, universitarios y de la Telefónica han aconsejado proponer que el Parque de Doñana sea nuevamente bautizado con el nombre de Parque del Dañino (en gallego, Parque do Sediña), en homenaje al cráneo del portacoz de Aznar. Los patriotas chechenos apoyamos la medida.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.