Delors: «Sólo las urnas sacarán a la UE de su actual parálisis dorada»
Sólo unas elecciones al Parlamento que remuevan toda la construcción comunitaria «sacarán de su parálisis a la Unión Europea (UE)», manifestó ayer en declaraciones a EL PAÍS el ex presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, antes de presentar su propuesta de que el próximo hombre fuerte de Bruselas pase por el cedazo de las urnas previamente a ser elegido por el Consejo Europeo, la cumbre de líderes.La propuesta firmada por el Comité de la Fundación Nuestra Europa, constituye un reto a los partidos políticos nacionales y europeos y a los jefes de Estado y de Gobierno de la UE. Estos son quienes deberán apoyarla y reglamentarla o bien archivarla, lo que les puede valer la crítica de no atacar el «déficit democrático» de la Unión.
La razón última del plan, que puede revolucionar la vida política europea, reside en que «la UE está actualmente en una fase de estancamiento, de parálisis dorada, aunque la unión monetaria acaba de culminar un enorme salto cualitativo» en la construcción comunitaria, sostiene Delors.
Ese estancamiento se manifiesta de tres formas, desgrana. A saber: «El Tratado de Amsterdam no respondió a lo que se había previsto; las discusiones de la Agenda 2000 (el paquete presupuestario para el período 2000-2006) serán penosas en ausencia de una definición clara de los objetivos que buscamos, y las discusiones de la ampliación hacia el Este serán dificilísimas si no hemos diseñado antes qué gran Europa queremos».
Contra la abstención
Si se afrontan las elecciones a la Eurocámara en junio del año próximo arrastrando así los pies, «podemos imaginar lo que darán de sí, debates inútiles sobre la unión monetaria, o discusiones bizantinas y retardatarias sobre la Europa de las naciones o la Europa federal». Resultado previsible, según Delors: aumento del absentismo, de la distancia ciudadanos-gobernantes, y minusvaloración de los comicios europeos a mero «gran sondeo para las elecciones legislativas nacionales»Para evitarlo, hay que «crear un hecho nuevo ». Precisamente, que los partidos propongan, por familias ideológicas, junto a sus listas nacionales al Parlamento Europeo, un candidato a la presidencia de la Comisión. No para ocupar el cargo de eurodiputado, sino para posibilitar una «elección indirecta» de éste por el Consejo Europeo, de forma que los ciudadanos dejen sentir su influencia ante los jefes de Gobierno, los competentes para ello, como prescribe el Tratado.
«No es un putsch » contra éstos, tranquilizó Delors, sino una fórmula imaginativa para «legitimar» a la Comisión. A la pregunta de que quizás se la critique porque implica reforzar a la burocracia de Bruselas , Delors saja: «Es un refuerzo democrático, porque a la mayor legitimidad le corresponderá también una responsabilidad acrecentada ante el propio Consejo Europeo».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.