Un nuevo insecticida permitirá atajar el problema de las termitas en Andalucía

La posibilidad de que las termitas acaben con el Patrimonio arquitectónico andaluz es cada vez más remota. Pueblos como Palenciana, en Córdoba, o el Palacio de Buenavista, y futuro Museo Picasso, en Málaga, ya están siendo tratado por un sistema revolucionario basado en la biología y en el comportamiento social de estos insectos. Mientras tanto, ayuntamientos y Junta de Andalucía se han puesto a estudiar los cascos antiguos de pueblos y ciudades para preservarlos de su voracidad. La multinacional americana Dow AgroSciences ha desarrollado un método que permite la eliminación total de las colonias de termitas. El producto utilizado carece de efectos secundarios. La fórmula que aplican parece sencilla: tras la localización de los insectos mediante un detector de sonidos, se colocan, en lugares estratégicos, unos cebos de celulosa -ya se sabe que la madera es su alimento favorito-, impregnados en hexaflumurón, un insecticida de acción retardada, que tiene la capacidad de inhibir la síntesis de la quitina, lo que impide que las termitas realicen su desarrollo normal para llegar a adultas; antes de eso mueren. La cantidad de hexaflumurón que se aplica es de 3 a 6 gramos por cada 400.000 termitas. "En el barrio de Santa Cruz ya hay varias casas que se están tratando por este sistema", explica el agrónomo Manuel Melgarejo. Obras de arte tan emblemáticas como la Estatua de la Libertad, o la catedral de Santiago de Compostela, han sido tratadas también con éxito, aplicando esta fórmula.En Andalucía, las provincias más afectadas por estos insectos son Córdoba, Sevilla, Málaga y, en menor medida, Granada.