El autor, visto por su mujer, Pilar del Río
El último capítulo de El amor posible es un encuentro con la esposa del escritor en el que, a cara descubierta, Pilar del Río dice lo que piensa de su marido y de su vida con él tras 10 años de matrimonio.J. A. Tú que estás más cerca de José que nadie, ¿cuáles son las cosas que lo hacen más feliz?
P. R. Creo, no nos vamos a engañar, que lo que más feliz le hace a José es lo que más feliz nos hace, prácticamente a todos los humanos, geniales y no geniales: el ser querido. A José le gusta muchísimo que lo quieran. Es más, he llegado a la conclusión de que los escritores escriben para que los quieran. (...) En el caso de José me parece evidente porque a él no le interesan nada, rigurosamente nada, las cosas materiales. No le interesa el dinero, no le interesan los bienes, bueno ¿os imagináis a José pensando en yates, en coches...? (...) José quiso ser escritor y escribió. Además casi le obligaron las circunstancias, pero creo que el motivo último que lo indujo a la escritura es que siempre ha sido muy solitario y ha tenido una gran necesidad de cariño y de afecto...
J. A. ¿Y qué es lo que más le hace sufrir?
P. R. Hay un verso de Neruda que dice algo así: «Vengo triste de ver el mundo que no cambia». Pues bien, para José eso es un latigazo. Cuando abre el periódico cada día, se pregunta: ¿pero adónde vamos a llegar? Por ejemplo, (...) el Banco Mundial, o el Fondo Monetario Internacional, tanto monta, dice que tres cuartas partes de la Humanidad viven en condiciones de pobreza y que eso puede acabar explotando. O sea que el FMI, que es uno de los agentes provocadores de esa situación, dice que la pobreza puede ser una bomba de relojería que puede estallar en cualquier momento. ¡Pues, ojalá le estalle! (...) José se cogió un enfado y una indignación, que le salía por todos los poros del cuerpo. Decía: ¡Pero si serán cínicos! ¿Y qué quieren? Eso es lo que a él le fastidia, ver el cinismo del poder, ver, como decía León Felipe, cómo «nos han contado todos los cuentos».
J. A. ¿Es verdad que José es un gran pesimista?
P. R. No, creo que José no es un pesismista como él afirma, aunque suele decir, al mismo tiempo, que es un «optimista bien informado». O es pesimista de otra forma: él suele decir que los optimistas, que lo ven todo bien, nunca harán nada. Pero los pesimistas, al no gustarles las cosas, tratan de cambiarlas. Si José fuera un pesimista, ya habría claudicado...
Babelia
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