Recetas para la fachada marítima

Reinventar de nuevo la fachada al mar de Valencia. Esta es una de las principales propuestas de un grupo de arquitectos que de la mano del Colegio de Valencia ha trabajado en el pasado, el presente y el futuro del vínculo entre el mar y la ciudad. Producto de su trabajo se ha publicado La Valencia Marítima del 2000. Juan Luis Piñón, Juan Pecourt, Santiago Ridocci y Arancha Muñoz, entre otros, proponen en un extenso trabajo la creación de una nueva fachada marítima -hay que "inventarla" de nuevo advierten-. Este colectivo sugiere que Valencia tiene que construir su frente marítimo a partir de experiencias de otras ciudades que han buscado la centralidad, al estilo de "ciudades como Nueva York, Rotterdam, Lisboa, Barcelona o La Coruña". Todas estas urbes han instalado en sus waterfronts parques temáticos, usos de oficina, de ocio y de comercio. Para ellos todas estas propuestas deben tomarse como referencia. A la vez es necesaria una nueva imagen de la zona marítima que conlleva una multiplicidad de acciones de reactivación, como la del antiguo puerto, la dársena, la prolongación de Blasco Ibáñez, la rehabilitación urbana de Nazaret y los atenuamientos paisajísticos de núcleos urbanos de la playa al Norte y al Sur de Valencia. Una de las soluciones que se proponen para el futuro es la voluntad de integrar Nazaret a la ciudad a través de la definición de una área de nueva centralidad, proyectada en torno a la dársena interior y apoyada en un cauce rectificado del Turia -sobre las huellas del original- y de reforzar su unión al resto de la ciudad a través de una unidad residencial expresamente diseñada en el margen derecho del río. Respecto a la dársena interior el grupo de arquitectos resalta que, junto con el Parque Central, es el "vacío urbano más importante de la ciudad y que mejor puede auspiciar una área de nueva centralidad basada en su posición estratégica". El Balcón al Mar contaría con una área residencial, equipamientos públicos, comercio, industria hotelera, oficinas y todas las actividades propias de una área central. Una expansión que se vería reforzada por la expansión de Nazaret al Norte y el Oeste. La zona vería reforzado su nexo de unión con la ciudad interior gracias a una reconsideración del viario en los ejes de la Avenida de Francia y Regne de València, que de forma natural conectarían con la dársena interior y el Parque Central. Además, la dársena se convertiría en la articulación de los distintos espacios marítimos de la ciudad. La propuesta contempla la construcción de dos grupos de torres que la unirían territorialmente. "Dos hitos para testimoniar la presencia de la ciudad". El futuro de la fachada pasa también por la prolongación de Blasco Ibáñez.