El 65% de los alumnos de ESO de la capital estudia en centros de primaria

Madrid - 14 may 1998 - 00:00CEST

Casi dos de cada tres niños madrileños de 12 y 13 años estudian donde no deben. El 65,4% de los alumnos capitalinos matriculados en los dos primeros cursos de la enseñanza secundaria obligatoria (ESO) aún asiste a clase en centros de primaria, en contra de lo que propugna la reforma educativa. La cifra se deduce de un informe de la asesoría técnica de educación del Ayuntamiento de Madrid, que reconoce beber "en los datos aportados por la Dirección Provincial de Educación del ministerio". Dicho organismo nunca ha reconocido más allá del 50% de casos de alumnos de secundaria escolarizados en colegios y siempre ha restado trascendencia a este detalle.La LOGSE establece que los estudiantes deben pasar al instituto a los 12 años, después de terminar su sexto curso de primaria. Este salto supone varias cosas: en primer lugar, que sus profesores sean licenciados universitarios, no diplomados; en segundo, que deben contar con un mínimo de infraestructuras inexistentes en los colegios, caso de los laboratorios o las aulas de idiomas, informática y música.

Pero la realidad va muy por detrás de la teoría. Unos 55.000 chavales de Madrid capital han de conformarse con cursar la ESO en el colegio, compartiendo profesores, en muchos casos, con sus compañeros de primaria.

El panorama no tiene visos de mejorar en demasía, al menos a corto plazo. El documento del Ayuntamiento de Madrid señala que sólo hay cuatro nuevos institutos para 1999 en capilla: dos en el distrito de Villaverde, uno en el de Puente de Vallecas, y el último, en Vicálvaro.

Ningún alumno de 12 y 13 años estudia en instituto en ocho de los distritos de Madrid

El problema de las clases de secundaria en los colegios se conocía, hasta ahora, de una manera vaga. Los sindicatos y los colectivos progresistas, como la Federación de Padres de Alumnos Giner de los Ríos, han reiterado durante el curso que esta situación afectaba a las dos terceras partes del alumnado, pero sus denuncias chocaban con las cifras de la dirección provincial: sólo el 50%. El viernes pasado, durante un pleno sobre educación, el consejero Gustavo Villapalos admitió que la falta de adecuación a la LOGSE afectaba "a un 60%, aproximadamente", de los chavales. La constatación de estos datos implica que al Gobierno regional le espera una ardua tarea en cuanto reciba la transferencia de la educación no universitaria, el 1 de enero de 1999.El documento gestado en la Casa de la Villa revela el "plan de inversiones" de la dirección provincial, que se centra en cuatro distritos. En Villaverde se confirma la finalización de aulas de infantil y primaria en el barrio de El Espinillo, que funcionarán el próximo curso. Además, "hay una propuesta" para construir dos institutos. Para Puente de Vallecas se destinan dos líneas de infantil y primaria, amén de la previsión de un instituto, al igual que en Vicálvaro. Aquí se abrirá en el curso 1998-99 un centro de tres líneas de infantil y primaria en el barrio de Valdebernardo.

San Blas asistirá a la transformación de su centro de sordos en centro de infantil y primaria. El resto de actuaciones se reduce a "obras de adaptación" en nueve distritos.

El portavoz municipal socialista en materia educativa, Rafael Simancas, alertó sobre la "gravedad" de la situación. "Hay miles de alumnos que cursan sus estudios con profesores inadecuados, aulas inadecuadas y sin servicios de orientación", lamentó. Y agregó: "Ante este panorama, la dirección provincial sólo prevé cuatro nuevos institutos, sin fecha ni presupuesto. El PP no tiene prisa porque así estimula el desvío de alumnos al sector privado".

El director provincial, José Antonio Palacios, siempre ha sostenido que "no es tan grave" que los colegios acojan a estudiantes de secundaria. "Muchos padres lo prefieren así. No hay tanta diferencia. Todo el mundo habla del aula de tecnología, pero las enseñanzas en esta materia son tan elementales, que casi se pueden desarrollar en cualquier sitio", argumenta.

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