Agricultores de Doñana impiden la entrada de máquinas hasta recibir sus indemnizaciones

Un enemigo imprevisto se ha sumado a la contaminación causada por la rotura de la presa minera de Aznalcóllar: la lluvia. Su presencia en la madrugada de ayer, con unas precipitaciones de 20 litros por metro cuadrado sobre la zona donde trabajan las máquinas que extraen los lodos tóxicos, paralizó su extracción. Este imprevisto, y la oposición de muchos agricultores afectados a que las máquinas penetren en sus campos mientras no sean indemnizados, forzó ayer a la Comisión de Coordinación de los Gobiernos central y andaluz a adoptar decisiones encaminadas a acelerar urgentemente la tarea de limpieza del cauce, que va excesivamente lenta, según reconoce Andrés Herranz, subdelegado del Gobierno en Sevilla.

La primera de las medidas es pedir al Instituto Tecnológico Geominero de España (ITGE) que en el plazo de una semana proporcione una planimetría precisa sobre la extensión y volumen de la supercicie de lodos, así como los cauces fluviales afectados por la contaminación. A esta misma institución se le ha pedido que hoy mismo facilite los planos de los acuíferos de la zona.Conocer con precisión los flujos de caudales desde los acuíferos afectados con el de Doñana es fundamental para contruir barreras hídricas que zanjen esa comunicación mientras la contaminación existe. El punto clave de ese flujo es el Vado del Quema (conocido así porque quemaba los pies de los romeros del Rocío cuando lo atravesaban). Para el director del Parque Nacional, Alberto Ruiz de Larramendi, ese punto es crítico. Si no se consigue eliminar el agua tóxica retenida en Entremuros, tiene previsto cerrar a cal y canto las compuertas del parque y montar dos sistemas de bombeo que vuelquen el agua sobrante de las marismas de Doñana hacia el Guadiamar desde el lucio del Cangrejo y el canal del Cherri. Para garantizar el blindaje ecológico del parque, Ruiz de Larramendi propondrá en la reunión del Patronato del parque del próximo sábado dos alternativas: una barata y otra no tanto, aunque contundente, porque implica expropiaciones para acelerar el blindaje que necesita el parque. «El agua retenida en Entremuros es una bomba de relojería y hay que desactivarla antes de que sea tarde», dice Larramendi.

Técnicos al servicio de la Comisión informaban ayer de que las lluvias en cierta manera eran beneficiosas porque significan que las temperaturas no son elevadas. En caso de serlo, facilitarían que los minerales que contienen las aguas tóxicas estancadas sobre los lodos entrasen en reacción con éstos, lo que propiciaría su disolución en el agua y que fueran ingeridos por algunas especies. En el estado actual no son asimilables por los organismos vivos, informa .

Para recobrar el ritmo de limpieza de lodos, la Comisión decidió ayer triplicar los medios técnicos que operan entre la mina de Aznalcóllar y el puente de Sanlúcar La Mayor, donde se acumula la parte más densa de lodos. Este saneamiento se considera prioritario en caso de producirse lluvias intensas porque arrastraría los fangos de nuevo, aguas abajo del Gúadiamar.

Las primeras cosechas agrícolas afectadas por la riada tóxica ya han sido recogidas y también destruidas para evitar su comercialización, informa Pedro J. Valderas. El consejero de Agricultura, Paulino Plata, reconoció que la agricultura ecológica, cuya producción se exporta en un 90%, ha visto disminuida su demanda, igual que ha ocurrido con la fresa onubense. Sin embargo, estas explotaciones están a 40 kilómetros del desastre.

Afectados y grupos ecologistas discrepan sobre la conveniencia de que el Ejército intervenga para acelerar la extracción de lodos. Esa intervención ha sido solicitada al presidente del Gobierno por Adena. Su portavoz, Carlos Vallecillo estima que, al ritmo actual de trabajo, los lodos tardarían más de tres años en retirarse, y cree por ello que la ayuda militar es imprescindible. Juan López de Uralde, responsable de la campaña de Greenpeace, se muestra escéptico. Según él, los trabajos deben realizarse cuidadosamente y un grupo de soldados de reemplazo no ofrece las suficientes garantías.

Análisis de vísceras

Representantes de los sindicatos UGT y CCOO de Minas de Riotinto en Huelva denunciaron ayer la «satanización de la minería» producida tras el vertido de 5 millones de metros cúbicos de lodos tóxicos en Aznalcóllar y pidieron una legislacion más severa para evitar hechos como ése. «Los mineros somos los primeros interesados en que el medio no se degrade afirmó Ricardo Gutiérrez, presidente del comité de empresa, informa Efe.Por otra parte, ayer fueron remitidas a la Facultad de Veterinaria de Córdoba las vísceras de cuatro yeguas y un caballo que fueron encontrados muertos en una finca colindante con el Guadiamar, en Sanlúcar La Mayor. Su propietario, Francisco Rioja Cutiño, ha presentado una denuncia ante la Guardia Civil por si estas muertes se deben a la contaminación de Aznalcóllar.