Temor a que la Camorra italiana acabe haciendo un fabuloso negocio con la catástrofe de la Campania

La tragedia de la Campania, en la que han perdido la vida 135 personas, según el último y no definitivo cálculo, y han quedado semidestruidos media docena de pueblos, puede acabar convirtiéndose en un fabuloso negocio para la Camorra, la organización de tipo mafioso que opera en esta región italiana.Este es el temor expresado por la prensa nacional y por las autoridades policiales de la provincia de Avellino que han puesto en marcha una serie de controles para evitar que se infiltren entre las firmas que desarrollan los trabajos de desescombro y las que acudirán a los concursos de obras de reconstrucción, los nombres de los clanes que han operado en este área.

La zona golpeada por la tragedia recibirá en un breve plazo no menos de 4.500 millones de pesetas en ayudas inmediatas. El presidente de la región, Antonio Rastrelli, nombrado por el Gobierno comisario extraordinario para coordinar la emergencia, ya ha declarado que habrá que intervenir drásticamente sobre el terreno, no sólo para reconstruir carreteras o abrir nuevos hospitales, sino para trasladar a la gente a lugares más seguros. Se trata de iniciar una «construcción residencial sustitutiva», en palabras de Rastrelli, lo que significa sacar decenas de obras a concurso, a las que podrían concurrir los clanes mafiosos.

En la zona de Irpinia, a la que pertenece Quindici -después de Sarno, el municipio más afectado por la avalancha de lodo de hace una semana-, y donde en 1980 se registró un fortísimo terremoto que causó 3.000 muertos, la Camorra logró gestionar un buen pellizco de los fondos destinados a la reconstrucción. La prensa italiana ha recordado ahora que unos 850 millones de pesetas destinados entonces a la limpieza y recuperación de los famosos canales de irrrigación construidos por los Borbones -Regi Lagni- pasaron directamente a los bolsillos de la Camorra. En 1984, la infiltración mafiosa en el municipio de Quindici era tal que el entonces presidente de la República, Sandro Pertini, disolvió el Gobierno municipal del pueblo, escandalizado por el nivel de corrupción.

En Quindici, Siano y Bracigliano, las tres localidades de la vertiente irpina que sufrieron el aluvión del martes, los trabajos de desescombro han tomado un ritmo más rápido ya que no existe el temor de encontrar cadáveres bajo el lodo que se está solidificando a gran velocidad. La situación en Sarno es mucho más complicada porque, según reconoció ayer el responsable de Protección Civil, Franco Barberi, sigue sin saberse a ciencia cierta la cifra de desaparecidos. La falta de listas recientes del censo hace más difícil la cuantificación de los vecinos que pueden estar aun bajo la costra espesísima de lodo. Ayer se supo que en el pueblo vivían también una veintena de emigrantes ilegales, llegados a Sarno para trabajar en la recogida del tomate.