La policía urdió una trampa para detener al violador reincidente
La policía urdió una trampa en la que el cebo eran dos mujeres policías para detener a Gregorio C. B., de 28 años, presunto autor de al menos 37 violaciones. De confirmarse las sospechas policiales, Gregorio C., un hombre alto y de pelo rubio oscuro, sería el violador que más agresiones sexuales habría cometido en la historia reciente de Barcelona. El detenido, soltero y empleado de unos grandes almacenes de Barcelona, cometió sus primeras violaciones en enero de 1997. Actuaba a medianoche los fines de semana en descampados y portales, intimidando a sus víctimas con una navaja, en los barrios barceloneses de Horta, Sant Andreu y Poblenou, y en la avenida Meridiana. Hasta la fecha, la policía ya ha probado mediante pruebas del ADN y ruedas de reconocimiento que Gregorio C. es el autor de nueve violaciones.
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