Modalisboa ofrece las propuestas de 16 diseñadores portugueses

Modalisboa, la pasarela de colecciones de los más prestigiosos diseñadores portugueses, celebró este fin de semana su décima edición, con propuestas femeninas y masculinas para el otoño-invierno 1998-1999. Organizado por la Asociación de Modalisboa y el departamento de Turismo y Comercio de la Cámara Municipal de Lisboa, cuenta con un presupuesto de 65 millones de escudos, que se reparten entre los organizadores y patrocinadores privados, ya que los diseñadores no pagan de su bolsillo.Según Mario Ribeiro, director de Modalisboa, el problema más grave de los diseñadores portugueses es la falta de apoyo industrial e infraestructura, ya que las grandes compañías nacionales aún no confían en sus diseñadores, recordando la historia reciente del diseño español.

Una antigua destilería frente al Tajo sirvió de recinto, convirtiendo sus salas en dos pasarelas donde desfilaron 16 diseñadores, desde los más veteranos, como Ana Salazar, con su juego de drapeados asimétricos y superposiciones para vestidos fluidos, a treintañeros como Miguel Vieira, inspirándose en Chicago años treinta para largos abrigos blancos o grises sobre jerséis ceñidos, camisas ajustadas, pantalones altos de caja y zapatos metálicos. También José Antonio Tenente, con piezas coordinadas entre sí para urbano clásico y minimalista, Fátima Lopes, quien abrió el desfile con un bolero de falsa piel sobre tanga sobre el cuerpo sugerente de Sofía Aparicio .

Compartían escenario con jóvenes promesas del talante de Osvaldo Martín, ganador del último concurso de diseño Sangre nueva, quien dio la nota más moderna con sus piezas mutantes, o María Gambina.