Gloria Estefan evoca en su nuevo disco el espíritu discotequero
«Es la nostalgia de los setenta», afirma la cantante cubana
Menuda y juvenil, con ademanes suaves y naturales, Gloria Estefan presentó ayer en Madrid el disco con el que se despide de este milenio. «He querido despedirme del siglo con un disco que proyecte energía y optimismo, para que los jóvenes se sientan con poder para afrontar su futuro», dijo ayer la cantante cubana. Acompañada por su marido y productor, Emilio Estefan, la pareja explicó que Gloria, que sale a la venta el 1 de junio, recupera el sonido disco de los años setenta, combinado con ritmos latinos y pasado por el dance de los noventa.
Lo que iba a ser un disco de remezclas de sus grandes éxitos se ha convertido en un álbum que conjuga el espíritu de los inicios de la carrera de Gloria Estefan con el momento actual. «Es un reencuentro con los años de Miami Sound Machine», afirma la cantante cubana, afincada en Estados Unidos desde su niñez. «Pensamos en hacer un álbum de grandes éxitos, pero me gustaba más el concepto de un disco totalmente bailable con temas nuevos. Es lo que ha surgido después de experimentar con ambos extremos de mis raíces».Gloria Estefan, de 40 años, evoca el espíritu discotequero de Fiebre del sábado noche en este trabajo, el número 19 de su carrera. «Es la nostalgia de los años setenta, cuando yo era adolescente, y los jóvenes vivían una libertad que las nuevas generaciones no han podido vivir. Era una explosión de felicidad despreocupada, antes del sida. En el disco hemos trabajado la nostalgia por esa música, pero hecha por remezcladores de hoy».
Los Estefan son una pareja militante de lo latino. Para ellos el triunfo internacional de cualquier artista del ámbito hispano es casi como un éxito personal. «Cuando nosotros empezamos éramos muy pobres y muy poca gente en Estados Unidos creía que nuestra música iba a pegar en ese país», dice Emilio Estefan. «Pero el tiempo nos ha dado la razón y ahora hasta cuando produzco discos para artistas como Madonna o Will Smith me piden que les meta algo latino en sus canciones».
«Hay un auge de lo latino en todo el mundo», continúa Gloria. «En Francia ahora mismo está muy de moda esta música y hasta en Siberia, me han dicho, se escuchan mis discos. La percusión da un ritmo ue mueve a la gente. No hace falta saber bailarlo, simplemente mover el cuerpo, porque el ritmo llega perfectamente a todo el mundo».
En Gloria hay siete temas compuestos por los Estefan. «Los discos son una especie de diario del artista», dice la cantante, «las canciones no son necesariamente autobiográficas, pero sí reflejan el momento emocional de quien las compone. Este es un disco muy físico, lleno de pasión y sensualidad, y es así como me siento en este momento de mi vida».
Entre las colaboraciones de otros músicos en Gloria destaca la de Wyclef Jean, de los Fugees. «Lo escuché cantando Guantanamera y pensé que me gustaría que colaborara en el disco. Yo no sé nada de rap , pero me sentía cerca de la idea de los Fugges, que viene de la palabra refugees ( refugiados). Nos entendimos maravillosamente. Entramos al estudio a las diez de la noche y salimos a las seis de la mañana con la canción compuesta. Conservamos en el disco las voces adormiladas grabadas a las cinco de la mañana, con un micro malísimo».
Boleros
Si bien no piensa hacer una gira mundial hasta el año 2000, Gloria Estefan sigue teniendo planes para un próximo disco en español. Después del éxito de Mi tierra , lo que piensan hacer ahora es algo distinto. «No será un Mi tierra II , sino algo en tono más moderno y de raíces», dice ella. En cuanto a los boleros, los Estefan siguen creyendo en el poder de la música romántica. «Me gusta que a los jóvenes les atraiga todavía el bolero. El romanticismo es una fuerza que no se debe perder».El tema cubano también salió a colación. «He viajado por todo el mundo pero nunca he podido actuar ante el público cubano», lamentó ella. «Pero creo que las cosas se han suavizado un poco tras la visita del Papa, tanto dentro de Cuba como fuera. Me gustó ver a Fidel callado, de monaguillo, aunque luego también habló. Pero los cubanos pudieron ejercer su libertad religiosa y el obispo de Santiago pudo decir cosas muy fuertes, sin que se lo impidieran».
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