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Ibarretxe acusa a Madrid de "bloqueo político" de la transferencia del Inem. Ibarretxe recalca que Euskadi no acepta el Inem como otras comunidades

El vicelehendakari, Juan José Ibarretxe, se marchó ayer de la comisión de Instituciones e Interior del Parlamento vasco insatisfecho. Hasta en tres ocasiones inquirió al portavoz del Partido Popular, Leopoldo Barreda, para que le respondiera en qué condiciones quieren los populares vascos que se materialice el traspaso del Instituto Nacional de Empleo (Inem) a Euskadi, sin obtener una respuesta. "Me marcho de la comisión sin saber lo que quiere el PP del País Vasco", lamentó al final de su intervención. El PP dio su visto bueno al informe de prioridades de transferencias de 1995, en el que se precisaba cómo debía ejecutarse este traspaso. Ibarretxe recordó a Barreda esta circunstancia y le pidió que aclarase si había cambiado de parecer, porque Madrid está "ejerciendo un bloqueo de tipo político" que, según el vicelehendakari, refleja la diferente manera de interpretar el Estatuto de Gernika que tienen el Parlamento vasco y el Gobierno central. Ibarretxe compareció ante la comisión para explicar el contenido y alcance de las dos últimas transferencias recibidas, la de servicios sociales de la Marina y la de agentes y mediadores de seguros. Aprovechó para repasar el momento actual de la negociación sobre el Inem. En estos momentos, la transferencia del área socio-laboral se encuentra en una situación de bloqueo por la negativa de Madrid a incluir aspectos considerados básicos por el Gobierno vasco.Juan José Ibarretxe mantuvo su última entrevista con el ministro para las Administraciones Públicas, Mariano Rajoy, hace 15 días, sin que se produjera ningún avance. El Gobierno vasco aspira a recaudar las cuotas que se descuentan del salario de los trabajadores para financiar la formación profesional que presta el Inem. La pretensión es lograr la transferencia de las políticas activas del Inem (formación profesional, promoción de empleo y gestión del mercado laboral), así como su correspondiente financiación, bajo la misma fórmula del Concierto Económico que se aplica al resto de competencias sobre las que ya ejerce un control el Gobierno vasco. Por su parte, Madrid considera que no se puede concertar la transferencia de las cuotas que pagan empresarios y trabajadores para financiar el Inem, porque crearía un precedente de fractura de la caja única de la Seguridad Social. Antes de discutir El vicelehendakari puntualizó ayer: "A pesar de que se ha trasladado la idea de que el problema está en la recaudación de las cuotas de la Seguridad Social, ni siquiera hemos llegado a ese punto en la discusión. Se ha producido el bloqueo político antes incluso de entrar en el tema de las cuotas". Según Ibarretxe, el estancamiento viene dado porque el Gobierno central no acepta el traspaso de la formación continua, ni el de las competencias sobre la bonificación de las cuotas empresariales ni de la capacidad vasca para llevar adelante programas de empleo y formación propios, sin limitarse exclusivamente a gestionar programas nacionales del Inem. Frente a esta consideración, Barreda recordó al vicelehendakari que el Inem ya se ha traspasado a Cataluña y Galicia. "El Gobierno vasco ha mostrado poca flexibilidad y cintura, mantiene una postura inmovilista en las negociaciones", le espetó. Ibarretxe fue tajante en su respuesta: "Si aceptamos el traspaso del Inem en las mismas condiciones que catalanes y gallegos, nos convertiríamos en meros gestores de los programas nacionales y no podríamos llevar a cabo una política propia en materia de formación y empleo". Para demostrar que el Ejecutivo autónomo ya ha hecho un gesto "importante" en las negociaciones indicó que no había planteado el traspaso de las políticas pasivas del Inem, las relacionadas con las prestaciones por el desempleo, precisamente para no complicar los contactos con la Administración central. Los representantes del PNV y EA en la comisión, Xabier Ormaetxea y Jasone Irarragorri, respectivamente, advirtieron a Barreda que la persistencia en el bloqueo y, con él, lo que consideran incumplimiento del Estatuto, puede llevarles a pensar en nuevas iniciativas políticas la próxima legislatura. "Están jugando con fuego", indicó Ormaetxea a Barreda, "porque al evitar que el Estatuto se complete, le están restando credibilidad".

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