Tietmeyer lanza una advertencia sobre la politización que ha sufrido el euro
El presidente del Bundesbank, Hans Tietmeyer, puso de manifiesto ayer su insatisfacción por los regateos en el nombramiento del presidente del Banco Central Europeo (BCE) durante el pasado fin de semana en Bruselas. Tres días después de que los políticos hubieran logrado su fórmula de compromiso, Tietmeyer se expresó por primera vez en público sobre el tema durante una cena en honor del presidente del Banco de Finlandia.
«Así, pues, no todo lo que ha sucedido el pasado fin de semana en Bruselas ha contribuido a la necesaria expectativa que el euro será efectivamente una moneda supranacional y despolitizada», fue la barroca frase con la que expresó su parecer la primera autoridad bancaria de Alemania. Tietmeyer formó parte de la delegación alemana que acudió a Bruselas y, según fuentes alemanas, estuvo manifiestamente en desacuerdo con el compromiso adoptado por Helmut Kohl, hasta el punto de haber amenazado con su dimisión. Durante los días que precedieron a la cumbre, el funcionario había advertido a Kohl que la partición del mandato del presidente le obligaría a revisar las recomendaciones del Bundesbank, favorable a que el euro se iniciara con 11 países.Tietmeyer hizo «tres observaciones» a la decisión de Bruselas. En primer lugar, señaló que se limitaba a «tomar nota» de la decisión de las instancias políticas y que no deseaba «comentar más» el tema. En segundo lugar, se mostró «positivo en su conjunto» en lo que se refiere a las decisiones personales concernientes a los miembros del directorio. «Se trata de figuras que son reconocidas en cuestiones moneterias y bancarias y que poseen una experiencia de largos años en el campo de la política monetaria», dijo Tietmeyer, que mencionó por su nombre al alemán Otmar Issing. En tercer lugar, señaló que el BCE debe esforzarse desde el principio por ganarse la confianza necesaria hacia la estabilidad de su política y debe probar su independencia de influencias políticas. «Como miembro del futuro Consejo del BCE trabajaré con ahínco para conseguir este objetivo», señaló.
Por otra parte, el ministro de Hacienda alemán, Theo Waigel, manifestó ayer que «nadie podrá impedir» al primer presidente del BCE, el holandés Wim Duisenberg, permanecer en su puesto durante los ocho años de ejercicio que institucionalmente le corresponden. En una entrevista a la emisora Deutschland Funk, Waigel dijo ayer que Duisenberg no se había comprometido a ejercer durante un periodo de cuatro años, sino que sólo había dicho que no estaría los ocho que le corresponde. «Su declaración no contiene ninguna fecha, ninguna limitación», dijo Waigel.
(Coincidiendo con Waigel, el ministro de Hacienda holandés, Gerrit Zalm, aseguró en una entrevista publicada ayer por el diario holandés Het Financieele Dagblad, que sólo Duisemberg «sabe exactamente el momento de su partida» y sugiere que podría ser «en el año 2003», en vez de en el 2002 como parece formar parte del acuerdo para su designación. En París, la portavoz de la Presidencia francesa, Catherine Colonna, reafirmó la vigencia del compromiso de Bruselas).
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