500 voluntarios se ofrecen para paliar el desastre

La rotura de la balsa de decantación de Aznalcóllar (Sevilla), ha puesto de manifiesto la escasa sensibilidad de las administraciones a las advertencias de los ecologistas durante los últimos años. Y, a su vez, que todo lo relacionado con el medio ambiente está entre las primeras preocupaciones de muchos ciudadanos.Prueba de ello, ha sido, según las asociaciones ecologistas, el alud de llamadas telefónicas que han recibido de personas que ofrecen su ayuda, alarmadas por la magnitud del desastre en Doñana. La Sociedad Española de Ornitología (SEO), que coordina, desde el jueves, la labor de estos voluntarios, ha recibido ya más de medio millar de llamadas.

«Hasta ahora, la labor de los voluntarios se ha centrado fundamentalmente en la recogida de huevos de aves que suelen anidar en el agua o cerca de ella», indica Fran Romero, delegado de la SEO en la oficina de El Rocío, que atiende el teléfono de coordinación (959 50 60 93). Entre el sábado y el domingo pasados, equipos formados por cuatro personas, rescataron 20 huevos de garza imperial. Entre el domingo y el lunes, una nidada de cerceta pardilla.

«También se ha controlado el estado de algunas especies que frecuentan la zona afectada, tal como patos, garzas, calamones o pagazas», dice Romero, que añade que la recogida de huevos ha sido una «acción puntual» que se ha visto limitada por la capacidad -130 plazas- de la incubadora del Parque Natural.

Reunión con ecologistas

La labor de los voluntarios coordinados por la SEO se suma a la que realizan los 60 miembros de la Red de Voluntariado de Medio Ambiente en Andalucía. El próximo lunes, asociaciones ecologistas -Greenpeace puso ayer sus efectivos a disposición de los profesionales que van a encarar el problema- se reúnen con el equipo directivo del Parque Natural para decidir el próximo cometido de los voluntarios. «Lo que vamos a proponer es que se dediquen sobre todo al control de determinadas zonas de vegetación», especifica el delegado de la SEO.El cambio en la coloración de ciertas plantas será uno de los principales indicadores de la extensión de la contaminación en el subsuelo. Romero afirma que se requerirán personas con un cierto nivel de conocimientos en Botánica o Biología, aunque también serán bienvenidos todos aquéllos que quieran echar una mano aún sin tener una formación específica. «En los equipos habrá tareas que pueda desempeñar cualquiera», aseguró.

Según informó ayer la consejería andaluza de Medio Ambiente, ya se han retirado del entorno de Doñana 12 toneladas de peces muertos, informa Efe. Se trata en su mayor parte de carpas, aunque también ha habido ejemplares de barbos, anguilas y albures, así como pequeñas cantidades de ranas y cangrejos rojos.