El PSOE pide un informe del Gobierno que eleva en un 30% la deuda de RTVE

El PSOE exigió ayer la comparecencia en el Congreso de José Barea, director de la Oficina Presupuestaria, para que «explique el contenido del informe que redactó sobre la situación de RTVE», según Rosa Conde, portavoz socialista en la subcomisión parlamentaria encargada de estudiar la financiación del ente público. Barea expone aspectos «preocupantes», como la previsión de que la deuda de RTVE alcance los 825.000 millones a finales de este año, un tercio más de los casi 600.000 previstos por el ente.

Otros aspectos del informe de Barea que causan inquietud en el PSOE son su evaluación del excedente laboral de RTVE en 4.500 trabajadores -prácticamente la mitad de la plantilla- y el hecho de que propugne la privatización total o parcial de RTVE. Rosa Conde anunció ayer, como condiciones para que su grupo no abandone la subcomisión parlamentaria, que el Gobierno presente de una vez por todas ante el Congreso el informe elaborado por la propia RTVE sobre su situación, destinado a la Vicepresidencia del Gobierno; el informe que el Ejecutivo se comprometió a elaborar sobre el mismo tema ante el Congreso el 7 de abril de 1997; y el nuevo informe redactado por la Oficina Presupuestaria que dirige José Barea.

La subcomisión que pretende definir el modelo de financiación estable de RTVE se ha visto alterada en los últimos meses por multitud de circunstancias. Desde la ausencia o inexistencia del informe que el Gobierno se comprometió a redactar y enviar a la Cámara, hace ahora un año, hasta las nuevas iniciativas legislativas del Ejecutivo, que abrirán la puerta a la privatización de las televisiones autonómicas; pasando por el Informe Barea , que planteaba el cobro de un canon por ver la televisión pública, o el manifiesto desinterés del Ministerio de Economía respecto al ente estatal de radiotelevisión.

El PSOE reiteró ayer su amenaza de abandonar dicha subcomisión si los informes citados no se presentan en la reunión prevista para el próximo 20 de mayo, a la que están citados los representantes de los sindicatos mayoritarios y dos consejeros de RTVE: José Recalde, elegido a propuesta del PNV, y el de CiU, José María Gené. A la reunión de ayer acudieron los también miembros del Consejo de RTVE, Diego Carcerdo, nombrado a propuesta del PSOE; Antxon Sarasqueta, por el PP; y Rodolfo Ruiz Ligero, por Izquierda Unida (IU).

Rosa Conde hizo hincapié, «pese a los globos sonda a los que nos tiene acostumbrados el señor Barea», en la necesidad de que el director de la Oficina Presupuestaria del Gobierno se explique ante el Parlamento -iniciativa en la que le secunda IU-, y señaló la «contradicción del PP entre defender una televisión pública y al mismo tiempo hacerla prácticamente inviable».

Para Rosa Conde, el Gobierno del PP no ha hecho ningún esfuerzo por enjugar la deuda de RTVE -«que el PSOE dejó en 226.000 millones»-, porque «Fernando López-Amor (director general del ente público) no está por gestionar el ente público en esta legislatura, sino por formar parte de una operación política para controlar los medios de comunicación».

A este respecto, el ministro de Fomento, Rafael Arias- Salgado, negó ayer ante el Pleno del Congreso que la compra de Antena 3 por Telefónica fuera una operación política. Sin embargo, en defensa de que dicha compra sólo fue «una operación comercial», el ministro no tuvo empacho en hablar a la cámara de los resultados de una empresa privada. Arias-Salgado afirmó que «desde que los nuevos gestores de Antena 3 se han hecho cargo de la empresa ha empezado a haber beneficios: en el primer trimestre (de 1998) la cuenta de resultados arroja 3.000 millones de beneficios, que probablemente a final de año serán de 8.000 millones».

El diputado socialista Alfredo Pérez Rubalcaba le replicó que el fichaje del hasta ahora director de informativos de TVE, Ernesto Sáenz de Buruaga, para realizar esa misma función en Antena 3 es «la prueba del nueve que faltaba para desmostrar que se trataba de una operación política». Y en tono irónico, Rubalcaba sugirió la posibilidad de «conectar en cadena las tres televisiones, TVE1, La 2 y Antena 3», para ahorrar gastos.