La CAM mantendrá la identidad del Sanpaolo y el Abbey National para ahorrar impuestos

El Sanpaolo y el Abbey National, bancos de pequeña entidad adquiridos por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), mantendrán su personalidad jurídica al menos hasta cubrir su base imponible, que es negativa. La CAM anunció ayer que estas entidades registraron pérdidas en los últimos ejercicios y que continuarán existiendo jurídicamente a efectos fiscales aunque de hecho se integrarán este mismo año en la estructura corporativa de la caja. El objetivo es compensar las pérdidas acumuladas con los beneficios previstos, lo que permitirá a la CAM ahorrarse impuestos.

Vicente Sala y Juan Antonio Gisbert, presidente y director general de la CAM, respectivamente, destacaron ayer el "buen precio" de la operación de compra del Abbey National, por una prima que no ha llegado a los 2.500 millones de pesetas, además de una compensación de 29.000 millones de pesetas para cubrir los recursos propios del banco británico. La inversión se justificó por los informes internos y asesores externos, que destacaban la oportunidad que se presentaba para conseguir una red de 23 oficinas y tres puntos de venta en la plaza financiera española por excelencia: Madrid. Además, el Abbey dispone de una oficina en Barcelona, lo que completará la presencia de la CAM en Cataluña tras la adquisición de la red del Sanpaolo al Grupo Matutes, que todavía mantiene la propiedad del 0,06% del accionariado de la entidad financiera. Con el desembarco en Madrid se cumple uno de los objetivos marcados en el plan estratégico de expansión fuera del mercado natural, limitado a Murcia y la Comunidad Valenciana. "El Abbey tiene distribuidas sus oficinas exactamente en los lugares donde nosotros queríamos situarnos", puntualizó Gisbert, "y además dispone de una plantilla muy joven (con una media de 31 años) y muy formada, integrada en lo que llamamos banca pro-activa, con un marcado enfoque comercial". En su primera comparecencia pública tras ser elegido presidente del Consejo de Administración de la entidad, Vicente Sala anunció que la CAM dispone de "fondos suficientes" para afrontar nuevas adquisiciones, sobre las que apenas avanzó datos. "Preferiblemente estamos abiertos a operaciones fuera de nuestro ámbito natural", se limitó a añadir. Con las incorporaciones a su estructura del Sanpaolo y el Abbey National, la CAM se posiciona en los mercados financieros claves: Cataluña y Madrid, y dispone ya de 5.015 empleados y una red de 739 oficinas. En el ranking nacional de cajas de ahorros, alcanza el tercer puesto en cuanto a número de trabajadores, el sexto en oficinas abiertas al público y el cuarto en recursos de clientes, inversiones crediticias y activos. De una presencia puramente testimonial, la CAM pasa a disponer de 71 oficinas en Cataluña, 27 en Madrid y 36 en Baleares, además de las 436 en territorio valenciano y las 165 de Murcia. Con estas dos operaciones de compra, la caja ha incrementado su activo total en 270.000 millones de pesetas. La compra del Abbey, formalizada por Vicente Sala y el director del banco para Europa, Graeme Johnston, está pendiente de la autorización del Banco de España, que dispone de tres meses para dar el presumible visto bueno a la operación. Una vez cumplimentado ese requisito, el acuerdo será de plena aplicación, aunque se establece un periodo transitorio para las comprobaciones pertinentes durante el cual se implantará un modelo de gestión compartida, similar al dispuesto tras la compra del Sanpaolo hace unos meses. Entre los objetivos planteados por la CAM figura reducir el capital social del Abbey, hoy muy elevado, así como mejorar el volumen de negocio, ya que puede ampliarse dada la plantilla de 226 trabajadores.