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Colores

El Ayuntamiento y la Universidad de Cádiz se han puesto de acuerdo para determinar qué color tiene la ciudad. Van a estudiar e investigar, con cargo al Plan Urban, hasta dar con la clave de su cromatismo primitivo. Hasta el momento se desconoce si van a contar con el asesoramiento de Los del Río que, como se sabe, son expertos en la materia e hicieron fortuna en las listas de éxitos dando con la clave del color especial que tiene Sevilla. Sea como fuere, nadie le puede negar a ambas instituciones la buena fe que conduce sus afanes historicistas que, por ilustrados, no lo podían ser menos en una de las ciudades más longevas de Europa. Se asegura con cierta frecuencia que la realidad imita al arte. En este sentido ya sabemos por la habanera de Carlos Cano que Cádiz es La Habana pero con más salero de la sal gaditana del Liby. Lo que ya no parece que esté tan claro es que Cádiz y alguna de sus circunstancias se parezcan a Macondo. ¿A Macondo ha dicho usted? ¿Y ese quién es" ¿Un nuevo personaje del Selu? ¿O quizá el picha que va a desmontar definitivamente a los Astilleros para poner a medio Cádiz a pescar desde el hotel Atlántico para allá? Macondo es el universo ideal donde García Márquez, otro gaditano del Caribe, sitúa la acción de Cien años de soledad. Alguien de la universidad debió recordar aquel pasaje del libro donde el corregidor don Apolinar Moscote llegó a Macondo y su primera disposición fue mandar pintar de azul todas las casas del pueblo. Ocurrió que José Arcadio Buendía se pasó por el arco de su triunfo bananero la ordenanza del corregidor y pintó su casa como más en gana le vino. Puestos a comparar situaciones se me ocurre pensar que la brocha estética de los gaditanos es soberana, como la de José Arcadio, y mucho más viva que la de un estudio historicista. Y que donde verdaderamente flaquea el Plan Urban es en su dilatada demora de actuación, que tiene a las casas del Pópulo y de Santa María más pendientes de los derrumbes que de la pintura. De todos modos, caliches aparte, algún vecino saldrá un día de estos diciendo: "Picha, pintad la casa como queráis, pero nunca en amarillo pelo de Teófila".FÉLIX MACHUCA LAMA

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