El Vaticano condena «la inutilidad de la violencia»
Juan Pablo II calificó ayer el asesinato del obispo auxiliar de Guatemala, Juan Gerardi, de «crimen execrable» que ha destruido «la vida de un verdadero servidor de la paz e infatigable trabajador en pro de la armonía entre los sectores de la población», informa Lola Galán. En el largo telegrama de condolencia, el Papa considera que este asesinato debería servir, «para mostrar claramente la inutilidad de la violencia e impulsar la búsqueda de comprensión y diálogo». En su mensaje, el Papa afirma que «el diálogo es el único camino para asegurar el triunfo de la paz y de la justicia sobre cualquier obstáculo o provocación», y espera que este grave suceso «no turbe mínimamente la aplicación de los acuerdos de paz.
El Departamento de Estado deploró en un comunicado el «absurdo acto de violencia» contra un obispo que durante mucho tiempo fue defensor de los derechos humanos y luchó por la reconciliación nacional.
«El Gobierno de Estados Unidos hace un llamamiento al Gobierno de Guatemala para que lleve a cabo una investigación exhaustiva de esta tragedia», agrega la nota.
La Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado, cuyo coordinador general era Gerardi, ha fijado un plazo de 72 horas al Gobierno para que esclarezca el crimen, ocurrido a 300 metros de la sede del Gobierno. Un total de 58 organizaciones religiosas, indígenas, sindicales, estudiantiles, humanitarias, femeninas, juveniles y de investigación convocaron una cruzada contra la impunidad. Los organismos llamaron a los guatemaltecos a que se declaren en vigilia permanente hasta las exequias del prelado, previstas para hoy.
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