Dimite el jefe de la Gendarmería belga por la fuga de Marc Dutroux

El general Willy de Ridder, comandante de la Gendarmería belga, ha presentado su dimisión por la fuga de Marc Dutroux, el pederasta y presunto asesino de cuatro niñas y un compañero de fechorías. Así lo anunció ayer en el Parlamento el primer ministro, Jean-Luc Dehaene. De Ridder puso a su disposición su cargo «a petición del Gobierno» y a pesar de que «estoy convencido de que no se me puede imputar ninguna falta personal en este asunto», según reza la carta de dimisión enviada por el general, leída textualmente por Dehaene a los diputados. La caída de De Ridder era inevitable después de que a las presiones de la oposición, los medios de comunicación, la opinión pública y el vicepresidente del Gobierno en representación de los socialistas francófonos se unieran el pasado lunes las del nuevo ministro del Interior, el socialista flamenco Louis Tobback. De Ridder, militante de ese mismo partido, tuvo que ceder, aunque a regañadientes.

El Gobierno presentó ayer ante la Cámara una moción de confianza a su gestión, que será votada mañana. Así neutralizó la moción de censura planteada por la oposición y rechazada por 81 noes, 64 síes y una abstención. Dehaene defendió la continuidad de su Gobierno para cumplir tres objetivos básicos: acabar la reforma de la justicia y de la policía, el paro y el euro.