El desempate del aborto, fijado en el Congreso para el 26 de mayo

No se dan por vencidos. El Grupo Socialista, Izquierda Unida y Nueva Izquierda llevarán de nuevo al Congreso sus proposiciones de ley de reforma sobre la despenalización del aborto, cuyo debate se prevé para el 26 de mayo. Pero mientras que los socialistas confían en sacar adelante su propuesta, rechazada después de tres empates en febrero y que introduce un cuarto supuesto legal, la coalición encabezada por Julio Anguita tiene pocas probabilidades de convencer a los diputados de la necesidad de una ley basada en que el único requisito para abortar resida en no excederse de un plazo. Las fuerzas progresistas creen que la actual ley, que sólo despenaliza tres supuestos -peligro para la salud física o psíquica de la madre; violación; riesgo para el feto-, permite que se persiga judicialmente no sólo a los médicos que se atreven a practicarlos, sino a las propias mujeres. Y afirman que los dos juicios por abortos abiertos -en Málaga y Castellón- y el caso de la clínica Iris -un juez se incautó de casi 1.500 historiales clínicos para investigar una supuesta interrupción ilegal- lo corroboran.

El proyecto del PSOE propone dar cobertura legal a un cuarto supuesto -conflicto personal, familiar o social de la mujer- y sacar la figura del Código Penal. Para acogerse a esta posibilidad la mujer deberá recibir asesoramiento de un centro autorizado, pensárselo tres días y hacerlo en las 12 primeras semanas de embarazo. IU, por su parte, aboga por una ley que permita el aborto libre durante las 16 primeras semanas de gestación. Eso sí, la mujer debe recibir asesoramiento. Tanto el PSOE como IU exigen que se regule la objeción de los sanitarios públicos.

La propuesta de NI se queda a a medio camino de las dos. Defiende una ley de plazos, pero antes de las 14 semanas, y critica dos aspectos fundamentales del texto socialista: la necesidad de que la mujer sea asesorada antes de la intervención en un centro acreditado -«burocratiza y criminaliza a las mujeres», dice NI- y que el Sistema Nacional de Salud sólo se haga cargo de determinados abortos.