El paro por las 35 horas agria las relaciones de sindicatos y Confebask

El paro de una hora desarrollado ayer en el País Vasco y Navarra deterioró todavía más las malas relaciones existentes entre los sindicatos y la patronal vasca. Mientras las centrales valoraron como un éxito el eco obtenido en su llamada para que se interrumpiera el trabajo de 10 a 11 de la mañana, Confebask consideró su seguimiento "escaso y limitado" en las empresas, y centrado en los sectores públicos de mayor impacto "en términos de imagen". Esta discrepancia tiene su antecedente en el radical desacuerdo que mantienen sobre las fórmulas para promover el empleo. ELA y LAB, promotores de la iniciativa a la que se sumaron Comisiones, UGT y otros sindicatos minoritarios, aseguraron que el paro fue "generalizado" en todos los sectores y comarcas y lo consideraron un anticipo de una jornada de huelga general "imparable" en favor del empleo. Sindicatos y patronal se acusaron mutuamente de coacciones. El líder de ELA, José Elorrieta calificó de "amoral y detestable" la actitud de la patronal, remisa a discutir medidas de reducción de jornada y reparto del empleo. Confebask, por su parte, tildó de "electoralista" la postura sindical y de preocuparse sólo de mejorar las condiciones de quienes ya tienen trabajo. El paro tuvo su mayor incidencia en los transportes públicos, la administración local, la enseñanza pública, la banca y algunas empresas de servicios e industriales, dependiendo de zonas. El Gobierno vasco rebajó sustancialmente las estimaciones de los sindicatos y aseguró que no pasó del 18% entre los funcionarios y del 6% en los centros de Osakidetza.PÁGINA 3