El fiscal pide cuatro años de prisión para un médico que no prescribió prueba alguna a una mujer con tuberculosis

El fiscal pide cuatro años de prisión y una indemnización de más de 75 millones de pesetas a un médico de Valencia, Marco Tulio T. V., al que acusa de un delito de imprudencia. Según la acusación pública -la particular eleva la petición de pena a seis años, la compensación a 500 millones y añade otra demanda, seis años de inhabilitación-, el obstetra, galeno especializado en partos y embarazos, actuó de manera negligente y su imprudencia causó la muerte de la niña a la que dió a luz una de sus pacientes, María Victoria M.O., de 26 años. Ésta entró en coma, estuvo hospitalizada 302 días, de baja laboral durante más de año y medio y aún arrastra graves secuelas a consecuencia, siempre según el fiscal, de la actuación del médico, entonces destinado en el ambulatorio de la calle Juan Llorens. El fiscal pide que el Servei Valencià de Salut actúe como responsable civil subsidiario en caso de que el acusado sea declarado insolvente. La defensa pidió la libre absolución de su cliente al entender que su actuación fue correcta en todo momento y, en cualquier caso, el desarrollo de la enfermedad fue anterior a las visitas al facultativo, cuyas decisiones, por tanto, no podrían haber atajado el avance de la dolencia. El propio galeno negó las imputaciones en su contra durante el juicio, que quedó visto para sentencia ayer en la sección cuarta de la Audiencia de Valencia. Según el fiscal, cuyo relato de los hechos fue ratificado por el marido, la hermana y la madre de María Victoria, el acusado no realizó las exploraciones médicas pertinentes cuando ésta, embarazada, acudió en varias ocasiones a su consulta aquejada de molestias en la garganta, una inflamación en los ganglios y una profunda sensación de apatía y cansancio. El médico no prescribió la realización de prueba o exploración alguna, hecho que, según el fiscal, favoreció el desarrollo de la enfermedad que finalmente padecía la paciente: una tuberculosis meningocócica que provocó el fallecimiento, a los seis días de su nacimiento, de la hija de la víctima, y ha marcado a ésta con problemas físicos que exigen asistencia durante todo el día. Por ello, la acusación particular pidió también una pensión vitalicia para María Victoria, cuyo estado físico le impidió declarar ayer.