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Reportaje:FARMACOLOGíA

El 5% de los españoles toma medicamentos que dificultan la conducción de vehículos

El nivel de vigilancia y alerta que requiere la condución de vehículos se puede ver alterado por un 13% de los medicamentos que toma habitual o esporádicamente un 5% de conductores españoles. Algunos efectos secundarios de esos fármacos, como la somnolencia y la sedación, interfieren en la respuesta psicomotora del conductor. Un análisis pormenorizado de este problema se recoge en el libro Antihistamínicos H1 y conducción de vehículos, coordinado por F. Javier Álvarez González y María del Carmen del Río Gracia, profesores de Farmacología y Terapéutica de la Universidad de Medicina de Valladolid, y editado por Masson, en colaboración con Asta Médica, que lo distribuirá gratuitamente a 10.000 médicos. Según señaló Del Río Gracia, los antihistamínicos son uno de los grupos terapéuticos más recetados y autoprescritos en todo el mundo (casi tan populares como la aspirina y los antibióticos) y los llamados de primera generación son altamente sedantes.

Alergias

En 1986 se recetaron en España a cargo del Sistema Nacional de Salud 8.395.000 envases de estos medicamentos, indicados especialmente en las enfermedades alérgicas, pero que también forman parte de preparados antigripales, anticatarrales y antitusígenos (para la tos). Álvarez González recordó que otros grupos terapéuticos con poder sedante y que pueden interferir en la conducción son ciertos antidepresivos, an siolíticos e hipnóticos, antipsicóticos, antiepilépticos, antihipertensivos y algunos para procesos digestivos.

Como expuso Carlos Muñoz-Repiso, director general de Tráfico, este departamento está en conversaciones con el Ministerio de Sanidad para poner en el exterior de los envases de los medicamentos sedativos una señal de aviso de que pueden interferir en la conducción de vehículos. Esta norma se está estudiando en el seno de la Unión Europea con la intención de hacerla extensiva a todos los países miembros.

La comunidad médica internacional reconoce, como la American Medical Association, que el consejo dado al paciente sobre la repercusión en la conducción de lo prescrito es casi nulo.

"Aunque esta advertencia siempre consta en el prospecto que acompaña al fármaco, hay que entender que no todo el mundo lo lee y que algunas de las informaciones son ininteligibles para el profano. Por tanto, en el caso de los antihistamínicos, que muchos pueden adquirirse en farmacias sin receta, el paciente debería ser avisado siempre, según el caso, por el médico, la enfermera o el farmacéutico", destacó Consuelo Martínez Cócera, presidenta electa de la Sociedad Española de Alergología.

Somnolencia

Según los coordinadores de este libro, aunque los fármacos no inciden tan directamente en los accidentes de tráfico como el alcohol y otras drogas, sí "son un aspecto importante dentro del factor humano, considerado como el principal responsable de la siniestralidad en tráfico, ya que causa ocho de cada diez accidentes, y que demuestra que la mayoría de ellos serían perfectamente evitables". De hecho, el 25% de los siniestros de tráfico mortales no tienen una explicación y se atribuyen a la somnolencia y/o la distracción del conductor, es decir, al deterioro de la respuesta psicomotora que exige la conducción responsable. El alcohol y ciertos fármacos pueden causar esa alteración y la unión de ambas sustancias potencia considerablemente los efectos de somnolencia y sedación que la provocan.

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