El AMI
La aparición de la columna titulada El AMI, un acuerdo casi clandestino, firmada por Joaquín Estefanía, ha representado algo así como la primera lluvia tras una sequía prolongada. Tal ha sido el desierto informativo en el que se ha desarrollado el Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI), al que la columna hace referencia. Y cabe felicitarse no sólo por la mención del asunto, sino por el tono acertadamente crítico con que se trata el mismo.Efectivamente, el AMI se está negociando en el seno de los países más desarrollados del mundo envuelto en el secretismo y la falta de transparencia, siendo como es unaauténtica revolución en el tan traído y llevado proceso de globalización económica, con consecuencias que para bien o para mal se harán sentir hasta en el último rincón del planeta. Y desde luego que en nuestro país se echan en falta no sólo las explicaciones de los miembros del Gobierno, sino también los posicionamientos de los partidos de la oposición. Cabe puntualizar un pequeño detalle al señor Estefanía: en España sí que ha habido reacciones a esta trascendental negociación. Al menos la de nuestra organización, y nos consta que la de otras organizaciones ecologistas, que hemos hecho llegar al presidente del Gobierno y a los ministros de Economía y Hacienda, Medio Ambiente y Asuntos Exteriores, obteniendo como respuesta en el mejor de los casos unos pocos párrafos de agradecimiento salpicados de vagas explicaciones.
Y es que estamos convencidos de que la revisión medioambiental de este acuerdo, en los términos enque se está produciendo, está muy lejos de conseguir la integración sistemática de las políticas económicas y medioambientales a la que los propios ministros de los países de la OCDE se comprometieron en 1991. Muy al contrario, resulta extremadamente preocupante la incompatibilidad del AMI, en su redacción actual, con algunos de los grandes acuerdos medioambientales internacionales (Convenio de Biodiversidad, protocolo de Montreal sobre las sustancias que dañan la capa de ozono, protocolo de Kioto para la lucha contra el cambio climático ... ).
Por éstas y otras cuestiones, nuestra organización ha hecho un llamamiento al Gobierno español para que solicite una ampliación del calendario de negociaciones que permita un análisis más profundo de las consecuencias medioambientales de la puesta en práctica del AMI y la búsqueda de soluciones efectivas.
Y ello a la vez que se suscita el debate en los sectores implicadosde la sociedad, cabe decir todos, ya que la negociación del AMI tiene interés para sindicatos, ONG, administraciones locales... y para cada uno de nosotros como ciudadanos, puesto que se está poniendo una piedra más en el camino, ya sembrado de dificultades, hacia el desarrollo sostenible. Nos daríamos por satisfechos si esta carta sirve al menos para hacer saltar la chispa de la discusión.- Secretario general de WWF / Adena.
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