El acuerdo acepta el derecho de autodeterminación

Los irlandeses darán su veredicto el próximo 22 de mayo, en referendos en el norte y sur de la isla, al proyecto político acordado el viernes por sus respectivos representantes. El documento incluye la creación por sufragio universal de dos nuevas instituciones interdependientes -Asamblea Autónoma para el UIster y Consejo ministerial interfronterizo- de tal modo que el fracaso de una lleva al ocaso de la otra. En el plano constitucional acepta el principio de autodeterminación, pero reconoce que la unión de Irlanda sólo será posible con el consentimiento de la mayoría del electorado norirlandés.

- Asamblea Autónoma, con poderes ejecutivos y legislativos en seis áreas, incluidas finanzas, sanidad y educación. Elegida por un sistema de representación proporcional, en elecciones previstas para el 25 de junio, la asamblea contará con 108 miembros entre los que previsiblemente habrá representantes políticos de grupos paramilitares. Un presidente y un primer ministro, portavoces de ambas comunidades, unionista y nacionalista, ocuparán la cabecera del autogobierno que funcionará a través de un comité ejecutivo de 12 miembros. Entre sus primeras funciones destaca la puesta en marcha del Consejo ministerial interfronterizo.- Consejo ministerial interfronterizo Norte-Sur para promover políticas comunes en el Ulster y la República de Irlanda. El Consejo estará formado por los jefes de la Asamblea más el primer ministro y otros representantes del Gobierno irlandés. Tendrá competencias sobre toda la isla, pero sus iniciativas deberán ser aprobadas por ambas partes. El documento advierte que la Asamblea y el Consejo son "mutuamente interdependientes".

- Consejo de las Islas Británicas, con representantes de todos las Asambleas Autonómas del Reino Unido más los portavoces de los Gobiernos británico e irlandés. Promoverá la cooperación en materias de mutuo interés, pero sus decisiones no serán vinculantes.

- Conferencia Intergubernamental Anglo-irlandesa. Sustituye al consejo intergubernamental creado a partir del acuerdo anglo-irlandés de 1985. La conferencia discutirá temas como derechos humanos, justicia y otras materias no transferidas a la asamblea y servirá para intensificar la cooperación entre los Gobiernos de Londres y Dublín.

- Reformas constitucionales. Ambos Gobiernos se comprometen a reformar sus constituciones. En el caso de Irlanda, para renunciar a sus ambiciones territoriales sobre el Ulster, y en el del Reino Unido para incorporar el principio del "consentimiento".

- La firma del acuerdo implica un compromiso "total y absoluto" con las prácticas democráticas como forma de resolver las diferencias políticas. Los participantes se comprometen a lograr el desarme de los grupos paramilitares en un plazo de dos años a partir de la celebración de los referendos. La Comisión independiente del desarme supervisará y verificará la entrega de las armas y arsenal ilegal. Se prevé igualmente la reforma de la policía del Ulster con el objetivo de "atraer el apoyo de los nacionalistas" norirlandeses y una serie de medidas para facilitar la excarcelación anticipada de los presos lealistas y republicanos.