Vidal-Quadras asegura que ''hubo presiones y llamadas''

Aleix Vidal-Quadras, el senador y diputado del Partido Popular en el Parlamento autónomo que encabezó la oposición a la ley del catalán y llegó a reclamar la "desobediencia civil de la población contra ella, opinó ayer que el Defensor del Pueblo recibió presiones para tomar la decisión de abstenerse de recurrir el texto ante el Tribunal Constitucional.Vidal-Quadras declaró a la agencia Efe que habían "existido factores de tipo externo a lo estrictamente jurídico" que habían "pesado sobre el ánimo del Defensor del Pueblo en su decisión de no presentar recurso".

El senador del PP especificó que los ''factores de tipo externo" a los que se refería eran "presiones, amedrentamiento, llamadas al sentido de la responsabilidad, jerarquía de prioridades...". "Es obvio", agregó, "que en esta solución pseudosalomónica se esconde algún tipo de elemento curioso". Vidal-Quadras anunció que Convivencia Cívica de Cataluña, la plataforma que encabeza, seguirá "combatiendo por la libertad y contra esta norma totalitaria [la ley del catalán], pero ahora con el respaldo del Defensor del Pueblo, lo que constituye una gran satisfacción y un gran refuerzo". "Sus recomendaciones constituyen para nosotros una victoria moral", comentó también.

La decisión de Fernando Álvarez de Miranda causó desolación y enfado entre las entidades que, bajo el liderazgo global de Vidal-Quadras, pidieron que la ley fuera recurrida.

"Escándalo nacional"

Eduardo del Prado, primer secretario de la Mesa de Entidades de la Lengua Española, dijo que la decisión del Defensor del Pueblo era "vergonzosa" y constituía "un gran escándalo nacional"."Nos consideramos liberados de la lealtad constitucional", siguió el representante de los castellanohablantes. "Con esta ley se han modificado de forma sustancial el espíritu y la letra de la Constitución. CiU ha realizado una reforma constitucional subrepticia. Por eso,", concluyó Del Prado, "si ni el Defensor del Pueblo ni el Gobierno, recurren la ley, nosotros nos consideramos desvinculados del pacto constitucional, incluyendo la aceptación de la monarquía".