Machotes

Asistir a un concierto de los Electric Playboys es volver de un golpe a recordar cuando los rockeros cañís abarcaban una gran arte de la escena musical. Ahora son como dinosaurios: atractivos, de enorme potencial energético, pero varados en su propia temporalidad. Cuando los Electric Playboys atacan uno tras otro sus temas y versiones a base de puros, densos y agudos riffs, de secos y contundentes golpes rítmicos, reconstruyen una huída al pasado en la que aparecen sin ningún reparo, casi incorruptos, sonidos como los que crearon Buming, Rosendo y los Rolling Stones.El quinteto interpretó 22 canciones entre dos idiomas, el castellano y el inglés con acento español; se sumergió con demasiada ligereza en un sonido de volumen exagerado y derramó unas canciones que parecieron continuarse a sí mismas como hermanas gemelas que tienen miedo de no reconocerse en la otra.

Los Electric Playboys son unos músicos con un bagaje profesional que late en su dominio del instrumento, vienen de forinaciones como Los Ilegales, Los Nitros y Los Nativos, demoliendo con su música cualquier evolución y hablando en sus letras de mujeres que no existen, de lugares que han cambiado y de sentimientos que, aunque puedan ser universales, aparecen como estereotipos.