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Moscú anuncia que negocia con Cuba acabar la planta nuclear de Juraguá

, La inacabada central nuclear cubana de Juraguá se ha convertido en la excusa de un nuevo enfrentamiento entre Cuba y Estados Unidos. Pero esta vez hay un tercer protagonista: Rusia. El mero anuncio por parte de Moscú del inicio de unas conversaciones con La Habana para alcanzar un acuerdo para finalizar las obras ha irritado a Washington. El viernes, la Cámara de Representantes aprobó nuevas medidas para impedir su funcionamiento.Alexandr Necháyev, subdirector de la Agencia Rusa para la Construcción de Centrales Nucleares en el Extranjero, reveló el martes en Moscú que habrá dos tandas de negociaciones con el Gobierno cubano, una en abril y otra en junio. "Esperamos que las conversaciones conducirán esta vez a una decisión positiva", dijo. Este anuncio se produce tras la visita a la capital rusa del ministro de Exteriores cubano, Roberto Robaina, y tres días después de la aprobación de las nuevas medidas estadounidenses que fortalecen la ley Helms-Burton.

Estas medidas, en palabras de la congresista norteamericana de origen cubano lleana Ros-Lehtinen, están destinadas a impedir "que el dinero del contribuyente no se utilice de forma indirecta para completar la peligrosa central de Juraguá". El republicano Dana Rohrabacher fue más lejos, al exigir al presidente Bill Clinton la suspensión de toda ayuda económica a Rusia si decide financiar las obras de Juraguá.

Las obras de esta central se hallan paralizadas desde 1992, tras la desintegración de la URSS. El objetivo de las dos reuniones propuestas por Necháyev es encontrar una solución a los múltiples problemas económicos que han impedido la reanudación de los trabajos. Las dificultades que atraviesan Cuba y Rusia hacen casi imposible el objetivo de poner en marcha el primero de los dos reactores. Sólo esta operación costaría 700 millones de dólares (algo más de 100.000 millones de pesetas).

Juraguá comenzó a construirse en 1982, en la época dulce de las relaciones cubano-soviéticas. Según el proyecto original, la central, situada a 235 kilómetros de La Habana y a menos de 400 de las costas de Estados Unidos, contaría con reactores rusos del tipo VEER-440 / 318, similares a los empleados en dos centrales nucleares en Finlandia y Hungría.

No es Chernóbil

La Habana y Moscú siempre han sostenido que los reactores de Juraguá (un modelo refrigerado por agua presurizada) son de una "tecnología muy extendida en el mundo, superior y mucho más segura" que la de Chernóbil.Una vez concluida, la planta debería ahorrar a Cuba más de 2,4 millones de toneladas anuales de petroleo, aliviando de esa forma la extrema dependencia de la isla del crudo importado para generar electricidad. La central a pleno funcionamiento produciría entre un 15% y un 20% de la energía eléctrica de toda Cuba.

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